A menudo dentro de la iglesia escuchamos en las clases que no existe el libre albedrío sino el albedrío, o que antes del bautismo teníamos el libre albedrío pero después solo el albedrío. Estas cuestiones así como otras, a veces se dogmatizan sin entender apropiadamente el trasfondo en sí y se presentan como doctrina de la iglesia de manera inapropiada, esto sucede porque consideramos que las opiniones de buenos líderes son doctrinas y permitimos que se extiendan y se enseñen en la iglesia sin meditarlas ni considerarlas.
El élder D. Todd Christofferson enseño: "Al mismo tiempo, se debe recordar que no toda declaración que haya hecho un líder de la Iglesia, pasada o presente, necesariamente constituye doctrina. Comúnmente se da por entendido en la Iglesia que una declaración hecha por un líder en una ocasión a menudo representa una opinión personal que, aunque bien pensada, no quiere decir que sea oficial o se vincule a toda la Iglesia" ("La doctrina de Cristo", Conferencia General, Abril 2012)
Usos de la frase"libre albedrío" en la Iglesia
Primero contestemos la pregunta ¿Se ha usado la frase "libre albedrío" en la iglesia? Si. Para ello mencionare solo algunas citas como fundamento:
El Presidente David O. McKay dijo: "El libre albedrío es la fuente de origen del progreso del alma. El propósito del Señor es que el hombre llegue a ser como Él; a fin de que el ser humano logre eso, era necesario que el Creador lo hiciera libre" ("El albedrío y la responsabilidad", Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: David O. McKay, 2011)
El Presidente Joseph F. Smith menciono: "El libre albedrío del hombre es un principio fundamental que, de acuerdo con los principios de la Iglesia, ni siquiera Dios reprime" ("Capítulo 32: La libertad por medio de la obediencia", Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, (2000))
El élder James E. Faust enseño: "El grandioso plan del libre albedrío que nos dio el Padre [es la gran alternativa] en lugar del astuto plan de Satanás. Con este libre albedrío podemos crecer, mejorar, progresar y buscar la perfección" (“El gran imitador”, Liahona, enero de 1988, pág. 34).
El élder Russell M. Nelson dijo: "El libre albedrío del hombre, ese precioso privilegio de elegir, fue decretado antes de la creación del mundo (véase D. y C. 93:29-31). Es un albedrío moral (véase D. y C. 101:78), y como tal, recibió la oposición de Satanás (véase Moisés 4:3), pero el Señor lo confirmó (véase Moisés 4:2), y lo reafirmaron los profetas de la antigüedad así como los de tiempos modernos (véase D. y C. 58:26-28; Moisés 6:56; 7:32). El uso debido del albedrío moral requiere fe. La fe en el Señor Jesucristo es el primer principio del evangelio (véase el cuarto Artículo de Fe). Debido a Él, usted tiene el libre albedrío." ("Elecciones", Conferencia General, Octubre 1990)
El Richard G. Scott expresó: "Posiblemente, estarás cansado de que otras personas traten de dirigirte, diciéndote siempre lo que debes hacer. Después de todo, tienes el derecho de tomar tus propias decisiones. Y es cierto; tienes ese derecho; es tu libre albedrío. Pero el secreto para resolver tus problemas radica en comprender y utilizar la interacción, eternamente beneficiosa, entre tu albedrío y la verdad del Señor." ("Como sanar tus heridas", Liahona, noviembre 1992)
El Presidente Gordon B. Hincley enseño: "La antigua lucha continua, esa batalla interminable en defensa del libre albedrío. Lamentablemente, algunos optan por lo incorrecto, pero también hay muchos que deciden hacer lo que es debido, incluso una gran cantidad de nuestros magníficos jóvenes." ("Tenemos Mucho Por Hacer", Liahona, abril 1995)
Durante muchos años ha sido común dentro de la Iglesia hablar de la capacidad de elegir como "libre albedrío". Este término se utilizo en discursos y escritos de los Presidentes de la Iglesia y otras Autoridades Generales, también en vídeos y materiales impresos producidos oficialmente por la Iglesia, y en el lenguaje común de los miembros en general. Es de suponer que la frase "libre albedrío" era inicialmente bien concebido y entendido para transmitir una valoración positiva de los frutos de la obra redentora de Cristo, como cuando Lehi testificó profeticamente: "Y son libres para escoger... por medio del gran Mediador de todos los hombres" (2 Nefi 2: 26-27) Nos damos cuenta que muchos lideres usaban las frases "libre albedrío" y "albedrío" de manera intercambiable para hablar del "albedrío moral". No hubo nada incorrecto en el uso común de la frase libre albedrío en la iglesia, sin embargo veremos que es más apropiado y exacto usar la frase albedrío o albedrío moral y entenderemos las razones del por qué.
El uso actual de "albedrío" o"albedrío moral"
En años recientes la iglesia ha recomendado usar la frase "albedrío" o "albedrío moral", debido a que son precisas a como aparecen en las escrituras. Leemos esta indicación en el manual de Preparación para la Exaltación:
Note que aun cuando es común emplear la frase "libre albedrío", el término correcto en las Escrituras es simplemente "albedrío" (véase D. y C. 29:36; véase también la página 11 de esta lección)." ("Albedrío: El poder para elegir", Preparación para la Exaltación, 1999)El élder Dallin Oaks en su discurso titulado "El libre Albedrío y la Libertad" en un devocional menciono este mismo uso en las escrituras, él dijo:
Los términos en las escrituras son albedrío y libre. Cuando nos referimos al albedrío, usualmente combinamos ambas palabras y decimos libre albedrío. Pero algunas veces usamos este término para referirnos a la libertad, así como al albedrío. En las escrituras, el término libre algunas veces significa libre albedrío y otras veces significa libertad.Debido a esta confusión la iglesia publico recientemente un artículo titulado "¿Libre albedrío o albedrío moral?" el cual menciona lo siguiente:
En vista de esta confusión, necesito definir los términos que usaré. Cuando digo libre albedrío, me refiero a lo que las escrituras llaman albedrío, lo que significa un ejercicio de la voluntad, la capacidad de escoger. Cuando digo libertad, me refiero a la capacidad y el privilegio de llevar a cabo nuestras decisiones. Esto incluye todo, desde los pensamientos, tales como el odio, hasta las acciones, como el correr.("El libre Albedrío y la Libertad" , Devocional de la Universidad Brigham Young el 11 de octubre de 1987.)
Debido a que las Escrituras enseñan que somos “libres para escoger”, “libres para obrar” y libres para hacer cosas “de [nuestra] propia voluntad” (2 Nefi 2:27; 10:23; D. y C. 58:27; Helamán 14:30), a menudo utilizamos el término “libre albedrío”.
Pero, ¿sabías que la frase “libre albedrío” no aparece en las Escrituras? Más bien, las Escrituras enseñan “que todo hombre obre en doctrina y principio… de acuerdo con el albedrío moral que yo le he dado, para que todo hombre responda por sus propios pecados” (D. y C. 101:78; cursiva agregada).
El élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, ha enseñado: "La palabra albedríoaparece [en las Escrituras] sola o con el adjetivo moral… Cuando usamos el término albedrío moral, apropiadamente ponemos énfasis en la responsabilidad, que es una parte esencial del don divino del albedrío. Somos seres morales y somos nuestros propios agentes, libres para escoger, pero también responsables de nuestras decisiones" ("¿Libre albedrío o albedrío moral?", Liahona, Octubre del 2014)
¿En que sentido no somos libres?
Hay por lo menos dos formas importantes en que los hombres y las mujeres no son libres.
En primer lugar, no somos libres de permanecer neutrales. La Enciclopedia del mormonismo afirma: "El albedrío es tal que. . . los individuos capaces de actuar por sí mismos no pueden permanecer en un terreno neutral, absteniéndose de tanto recibir como rechazar la luz de Dios. Ser un agente no solo significa capaz de elegir sino también tener que elegir" [C. Terry Warner, “Agency,” in Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow, (New York: Macmillan, 1992)]
El presidente Dieter F. Uchtdorf enseño lo mismo: "El albedrío es tan importante en la vida que no sólo podemos elegir entre la obediencia y la rebelión, sino que debemos hacerlo. En esta vida, uno no puede quedarse en un terreno neutral; no puede abstenerse ni de recibir ni de rechazar la luz de Dios.("En alas de águilas", Liahona, Julio 2006)
En segundo lugar, estamos obligados a ser responsables de las consecuencias de nuestras decisiones. En Para la fortaleza de la juventud, la Primera Presidencia ha declarado abiertamente: "Tú eres responsable por las decisiones que tomes... Si bien eres libre de elegir tu curso de acción, no eres libre de elegir las consecuencias. Ya sea para bien o para mal, las consecuencias son el resultado natural de las decisiones que tomes". (Para la Fortaleza de la Juventud (Salt Lake City: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 2001), 4)
El precio del Albedrío
Sin profundizar debemos tener cuenta que nuestra libertad de elección tiene varios costos. En primer lugar, le acompañan consecuencias irrevocables e inevitables para cada agente. En segundo lugar, el garante de la acción humana es Cristo, quien pagó el precio con su propia sangre, ya que por Él somos libres. En tercer lugar, un precio que a veces pasamos por alto; es el precio que el Padre Celestial pagó, pues para mantener el principio del albedrío moral, una parte significativa de su familia se perdió, y los expulsó para siempre fuera del alcance de la expiación de Cristo (D y C 29: 36-37) El presidente Dieter F. Uchtdorf en este contexto señalo lo siguiente:
Ustedes tienen albedrío; son libres para escoger; pero en realidad no existe tal cosa como el libre albedrío, pues el albedrío tiene un precio; debemos sufrir las consecuencias de las decisiones que tomemos. El albedrío del hombre fue adquirido con el precio del sufrimiento de Cristo. El poder de Su expiación vence el efecto del pecado a cambio de un arrepentimiento sincero. Por motivo de la Expiación universal e infinita del Salvador, todos hemos sido redimidos de la Caída y llegamos a ser libres para actuar por nosotros mismos (véase 2 Nefi 2:26). El albedrío es una cuestión espiritual. Si no fuéramos conscientes de las alternativas, no podríamos elegir. El albedrío es tan importante en la vida que no sólo podemos elegir entre la obediencia y la rebelión, sino que debemos hacerlo. En esta vida, uno no puede quedarse en un terreno neutral" ("En alas de águilas", Liahona, Julio 2006) [Nota : El Pte. Uchtdorf parece hacer un juego de palabras , pues en inglés, la palabra “free” significa tanto libre como gratis. No existe albedrío gratis]Para resumir mencionare nuevamente lo que élder D. Todd Christofferson, enseñó por qué se prefiere la frase albedrío moral en lugar de libre albedrío:
En el pasado, por lo general usábamos la frase libre albedrío, lo cual no es incorrecto, aunque más recientemente hemos notado que libre albedrío ya no aparece como una expresión de las Escrituras. Éstas se refieren a que somos ‘libres para escoger’ y ‘libres para obrar’ por nosotros mismos, así como a la obligación de hacer muchas cosas de nuestra ‘propia voluntad’. Mas la palabra albedrío aparece ya sea sola o, en la sección 101 de Doctrina y Convenios, en el versículo 78, con el adjetivo modificativo moral: ‘Para que todo hombre obre en doctrina y principio… de acuerdo con el albedrío moral que yo le he dado, para que todo hombre responda por sus propios pecados en el día del juicio’ (cursiva agregada). Entonces, al usar la frase albedrío moral, recalcamos adecuadamente la responsabilidad individual que es parte esencial del don divino del albedrío. Somos seres morales y nuestros propios agentes, libres para escoger, pero también responsables por nuestras decisiones” (“Moral Agency”, mensaje pronunciado en un devocional de la Universidad Brigham Young el 31 de enero de 2006, pág. 1, speeches.byu.edu).
La enseñanza del Albedrío y Albedrío Representativo por el Élder David A. Bednar
El elder David A. Bednar en una sesión de "Preguntas y respuestas" en la que recibió preguntas de los jóvenes adultos solteros del Área Sudamérica hablo del albedrío y que al realizar convenios y cumplirlas, estas amplían nuestro albedrío y la llamo albedrío representativo. Antes de ver sus enseñanzas definamos algunos conceptos. El elder David A. Bednar dijo "Los hijos y las hijas de nuestro Padre Celestial hemos sido bendecidos con el don del albedrío moral, la capacidad de actuar y de escoger independientemente. Habiendo sido dotados del albedrío, ustedes y yo venimos a ser agentes, y ante todo hemos de actuar y no permitir tan sólo que se actúe sobre nosotros." ("Y no hay para ellos tropiezo", Conferencia general, octubre 2006)
Hay tres principios que aclaran y que iluminan con mayor profundidad la doctrina del albedrío, las cuales deben ser comprendidas para tener una mejor compresión de la misma. Estas son la oposición, la moral y la responsabilidad.
El primer principio del albedrío es que la elección requiere oposición en todas las cosas. La capacidad de elegir implica opciones reales entre las que elegir. En las Escrituras, la importancia de la oposición es clara. "De modo que el hombre no podía actuar por sí a menos que lo atrajera lo uno o lo otro." (2 Nefi 2:16). y "es menester que el diablo tiente a los hijos de los hombres, de otra manera estos no podrían ser sus propios agentes"(D. y C. 29:39). Solo mostrare un ejemplo para una mayor comprensión. En el mundo cristiano se sostiene la impecabilidad de Cristo, esto significa que es imposible que Cristo peque, pero si era imposible para él pecar, ¿Cómo podemos decir que fue tentado de la misma forma que somos tentados nosotros y comprendernos? Si entrar en el debate filosófico solo indicare que Jesús creció en sabiduría y madurez desde la infancia hasta su madurez. En su mortalidad Jesús experimentó los límites cognitivos consistentes con una genuina conciencia humana y aunque sintió el atractivo de la tentación se resistió a la tentación libremente. El elder David A. Bednar dijo:
Tal vez ningún ser humano sepa, pero el Hijo de Dios sabe y entiende perfectamente, porque Él sintió y llevó nuestras cargas antes que nosotros; y, debido a que Él pagó el precio máximo y llevó esa carga, Él entiende perfectamente y puede extendernos Su brazo de misericordia en muchas etapas de la vida. Él puede extender la mano, tocarnos, socorrernos, literalmente correr hacia nosotros, y fortalecernos para que seamos más de lo que jamás podríamos ser, y para ayudarnos a hacer lo que nunca podríamos lograr si dependiéramos únicamente de nuestro propio poder."("La Expiación y la travesía de la vida mortal", Liahona, Abril 2012)Ahora entendemos mejor porque la oposición es una característica clave del albedrío porque sin ella las opciones perdería su carácter distintivo, no serían opciones reales que nos prueben y permitan el desarrollo que busca el Plan de Salvación.
El segundo principio del albedrío es la moral, que es como la define Dios. Está claro en las escrituras que no todas las opciones son de igual valor moral. Algunas opciones son buenas, mientras que otros son claramente malas según lo determinado y enseñado por Dios. Después de la Caída de Adán y Eva fueron colocados en un estado "discerniendo el bien del mal, colocándose, o siendo colocados, en condiciones de actuar según su voluntad y placer, ya para hacer el mal, ya para hacer el bien" (Alma 12:31). Preguntémonos ¿Tenían Adán y Eva albedrío moral, sino conocían la diferencia entre lo bueno y lo malo antes de la caída?
La idea del albedrío se introduce en las escrituras a través del profeta José Smith en Doctrina y Convenios: "Todo hombre obre en doctrina y principio...de acuerdo con el albedrío moral que yo [el Señor] le he dado, para que todo hombre responda por sus propios pecados en el día del juicio."(D. y C. 101: 78). La característica importante del albedrío moral como se indica en esta escritura es la de actuar de conformidad con la doctrina y principio dado por el Padre Celestial. No tenemos derecho de elegir lo malo. El élder David A. Bednar tambien dijo:
"Tal como aprendemos en esos versículos (Moisés 7:32–33), los propósitos fundamentales del don del albedrío eran que nos amáramos unos a otros y escogiéramos a Dios. De ese modo, llegamos a ser los escogidos de Dios y damos cabida a sus entrañables misericordias a medida que utilizamos nuestro albedrío para escoger a Dios" (“Las entrañables misericordias del Señor”, Liahona, mayo de 2005, pág. 101)El tercer principio es la responsabilidad, que mide el uso correcto de nuestra albedrío. Puesto que Dios juzga la calidad moral de nuestras opciones y nos da la capacidad de ejercer el albedrío, somos responsables ante Él por el uso de este don. Brigham Young enseñó: "Hay límites para el albedrío...El albedrío que se da [al hombre] está tan ligado que no puede ejercerse en oposición a la ley, sin poner el peligro de exponerse a ser corregido y castigado por el Todopoderoso." [Brigham Young, Discourses of Brigham Young , comp. John A. Widtsoe (Salt Lake City: Deseret Book, 1966)]
Al obedecer sus normas morales y ser responsables ante Él por medio de la obediencia, Él nos recompensa. Los principios de la moral y la responsabilidad en el albedrío moral iluminan la gran necesidad de una comprensión más profunda de este maravilloso don. Me gusta la definición del albedrío del Élder Robert D. Hales, él señalo: "El albedrío es actuar con responsabilidad y dar cuenta de nuestras acciones. Nuestro albedrío es esencial para el plan de salvación." (Robert D. Hales, “El albedrío: Esencial para el plan de la vida”, Liahona, noviembre de 2010) Joseph F. McConkie enseñó que enfocarse en el poder de elección, sin una comprensión completa del albedrío es peligroso de dos maneras. En primer lugar, Dios no es reconocido como el dador de este don sagrado que viene con la responsabilidad de actuar con rectitud. En segundo lugar, desde que sugerimos que la elección no tiene ninguna responsabilidad moral involucrada, el albedrío puede ser confundido como proporcionar el derecho a escoger lo malo [Joseph F. McConkie, Understanding the Power God Gives Us (Salt Lake City: Deseret Book, 2004), 11.] Este malentendido común se refleja en comentarios como: "Puedo hacer lo que quiera; es mi vida ", o "yo puedo optar por el pecado; tengo mi albedrío." Este tipo de declaraciones reflejan una distorsión de la sagrada doctrina del albedrío y la falta de una comprensión profunda de los principios que lo acompañan, estas son la oposición, la moralidad y la responsabilidad. Por ultimo mencionare que la verdadera libertad se obtiene al usar el albedrío para elegir la obediencia; la pérdida de la libertad es el resultado de escoger la desobediencia.(2 Nefi 2: 27-29) No existe libertad en escoger lo malo, pues son sus consecuencias las que limitaran nuestro progreso.
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Conclusión:
El libre albedrío como se define usualmente fuera de la iglesia es algo así: "es la habilidad del ser humano para obrar según considere y elija. Esto significa que las personas tienen naturalmente libertad para tomar sus propias decisiones, sin estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones, o a una predeterminación divina." Este concepto en el mundo actual implica que el libre albedrío es "libre de las consecuencias".
La frase libre albedrío no se usa nunca en las escrituras y se debe evitar en nuestro lenguaje, porque el término libre puede ser fácilmente malinterpretado. La libertad puede entenderse como la independencia sugiriendo que el albedrío no implica responsabilidad ante Dios. Las personas que no comprenden plenamente la libertad como se tratan en las escrituras pueden creer que cuando se presentan opciones pueden actuar en sumisión a la voluntad de Dios o pueden alejarse y elegir su propio camino independiente. Este error es una clara violación del principio de la responsabilidad que viene con el albedrío. La elección y la libertad son términos profundamente significativos que hay que entender para ejercer nuestro albedrío correctamente. El poder del albedrío requiere oposición en todas las cosas, una norma moral firmemente establecida para guiar las decisiones y la responsabilidad como un resultado inevitable de este don maravilloso.
Espero que este artículo haya aclarado la verdadera razón por la que debemos usar la frase albedrío moral. Sin embargo, el uso de la frase libre albedrío en el pasado no fue incorrecto como para dogmatizarlo. Como miembros debemos saber que aún el uso de la frase libre albedrío fuera de las escrituras son intercambiables, la encontramos en los debates filosóficos del libre albedrío y el determinismo y en otras áreas como la psicología. Como miembros es importante entender esta diferencia para evitar debates innecesarios en clases e ideas ajenas a la verdadera doctrina.
Fuente: 4Mormon
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Gracias por compartirlo este mensaje es tan necesario para nuestro progreso eterno
ResponderBorrarYo mas bien lo veía como un pleonasmo, pues el albedrío implica libertad, por lo tanto estaríamos diciendo dos veces lo mismo, pero gracias por agregar la parte espiritual (y)
ResponderBorrarTal parece que no es así: Albedrío es la capacidad de decidir que es QUIERES: definir y darle forma a tu voluntad y deseos. Libertad es la capacidad de OBRAR de acuerdo a tus decisiones: hacer que tus deseos se vuelvan realidad. Puedes tener albedrío y no libertad. Y viceversa. Obviamente, tener una y no la otra sería un absurdo, y por eso se nos dan ambas. Y no es sino haciendo uso de nuestro discernimiento, nuestro conocimiento del bien y el mal, que podemos emplear ambas dádivas de forma correcta y justa.
BorrarLo importante es tener claro la diferencia entre poder elegir lo que quieres y poder elegir lo que haces.