En la última semana, mucho se ha hablado de este caso, en el cual se ha descrito por televisión y prensa escrita que un obispo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no guardó un secreto de confesión y delató a un hombre que había cometido el pecado de abuso sexual a una menor de 13 años. Al Obispo le preocupaba que el crimen pudiera seguir repitiéndose por lo que decidió que era el momento de acudir a comunicarlo a la madre de la menor. Esto fue lo que hizo y luego, madre e hija llevaron la denuncia a las autoridades civiles. El agresor huyó del país hacia Paraguay.
Élder Alfredo Salas, líder de Área de la Iglesia en Argentina dijo a TN: "Se les enseña a los obispos que la primera responsabilidad que tienen es la de proteger a la víctima, la segunda es de responsabilizar al agresor y después viene la protección del secreto de confesión. El problema central no es qué hacemos con el obispo sino con la víctima...
El obispo, una persona experimentada, intentará persuadir que el atacante deponga su actitud. No es algo automático que se va a denunciar. El obispo tratará, como forma de enmienda, que el atacante se arrepienta y vaya por sus propios medios a la Justicia".
Y en este caso, no se trataba de un crimen pasado y eventual que podría descartarse en el presente como un "borrón y cuenta nueva", sino de un crimen que podría estar en ejecución continua aún o que podría haber reincidencia próxima. Esta es quizás la causa algo subjetiva, al no existir reglas fijas, que llevó al Obispo a tomar la decisión.
Cabe señalar que en la iglesia católica se habla de secreto de confesión, y violar este sacramento supone la excomunión del sacerdote. En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se habla del concepto de "confidencialidad", y no es un sacramento. Este deber de mantener información resguarda incluye a obispos, sumo sacerdotes, y cualquier otro líder la Iglesia que se vea involucrado en entrevistas, consejos disciplinarios u otros eventos en que exista confesión o declaraciones íntimas o privadas. Todos los líderes se esfuerzan por guardar este compromiso. En este caso, podríamos concluir que el Obispo consideró oportuno traspasar el voto de confidencialidad, a favor de proteger a la menor de 13 años de ataques que podrían venir, y considerando prudente que su madre tenía que saberlo.
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Fuentes: TN y Metro.
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No estoy de acuerdo eso solo pasa en tu mundo Feliz... el evangelio es principio y practica, te aconsejo que leas el milagro del perdon y que te capacites mas. tanto peca como el que mata la vaca como... al tiempo.
ResponderBorrarPor esto y muchas cosas más se que ed La iglesia de Jesucristo guiada por inspiración y no por doctrinas de los homvred.
ResponderBorrarSe actuó de forma correcta, le apoyo, ese es un obispo que entiende correctamente la inspiración que debe atender en su llamamiento día con día, Dios le bendiga, hacen falta en este mundo muchos hombres así.
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