Los jóvenes de Oxford, Inglaterra, comparten sus pensamientos acerca de la verdadera amistad.
Desde el mejor amigo que has tenido a partir de los 5 años de edad hasta el alumno nuevo que conociste en tu clase de matemáticas, es importante tener buenos amigos. Como se explica en Para la Fortaleza de la Juventud: “Todos necesitan buenos y verdaderos amigos, quienes serán una gran fortaleza y bendición para ti” (2011, pág. 16).
Pero, ¿cómo puedes hallar y conservar buenos amigos?
Les preguntamos a jóvenes de Inglaterra qué significa la verdadera amistad para ellos. Mira algunos de sus relatos sobre sus verdaderos amigos y cómo esos amigos los han fortalecido. Puede que descubras que tus amigos son una gran fortaleza para ti también.
¿Qué hace que alguien sea un buen amigo?
Aaron M.: Pienso que debes alegrarte de ver a tus amigos. Debes preocuparte por ellos y debes saber que ellos se preocupan por ti. Te sientes cómodo cuando estás con ellos. No sientes que tienes que comportarte como otra persona cuando están contigo.
Leighton H.: Alguien que te apoya y te consuela.
Maddy H.: Alguien en quien confías.
Rachel P.: Pienso que gran parte de lo que hace que alguien sea un buen amigo es que esté contigo cuando lo necesitas, que te apoye.
Emma F.: Mi mejor amiga siempre ha estado a mi lado cuando la necesitaba y me ha ayudado. Cuando dejé la escuela secundaria para recibir la educación escolar en mi casa, ella comenzó a enviarme mensajes de texto. Me decía: “Oye, ¿qué andas haciendo? Deberíamos pasar tiempo juntas”. Y realmente yo no tenía muchas amigas en ese momento, así que terminó siendo mi mejor amiga. Ella siempre sabe cuándo me siento triste; no sé cómo, pero de alguna manera siempre lo sabe.
¿Cómo te apoyan tus amigos?
Hannah P.: Mis amigos fueron a verme cantar cuando yo estaba en el coro.
Andrew S.: Mi amigo me ayudó muchísimo con el fútbol.
Bella F.: Para una clase de estudios religiosos, visitamos una capilla, y todos los misioneros estaban allí. Fue divertido. También pensé que era una muy buena manera de elegir quiénes serían buenos amigos porque sabría quiénes realmente respetaban la religión de otras personas. Decían cosas como: “Ah, ¿así que no dices malas palabras?”. Y comentaban: “Bueno, genial, no diré malas palabras cuando esté contigo” y cosas como esa. Hablamos de que no tomamos café y cosas por el estilo, y me dijeron: “Está bien, no hace falta que vayamos a un café”. Todos fueron realmente muy respetuosos.
Emma B.: Mis amigos han estado más que dispuestos a hablar sobre mi religión y me han dicho cosas como: “¿Sabes? No creo necesariamente en lo que tú crees, pero estoy totalmente dispuesto a comprender para saber lo que tú sabes y lo que crees y así poder ayudarte a permanecer firme”.
Calvin B.: Desde que me mudé, realmente no he conocido a nadie en la escuela. Así que las únicas personas que conozco son las de la Iglesia. Cuando estamos en una actividad para jóvenes, todos son amables conmigo.
Emma F.: Cuando me mudé aquí no tenía muchas amigas Santos de los Últimos Días porque no había muchas mujeres jóvenes en nuestro barrio. Terminé haciéndome amiga de alguien en una convención SUD para jóvenes, y eso marcó una diferencia enorme para que yo fuera a las actividades. Así que ella me presentó a sus amigas, y al final tuve amigas SUD, lo cual ayuda mucho.
¿Cómo se crean las amistades?
William S.: Cuando alguien te saluda y terminas hablando, con el tiempo se hace tu amigo.
James P.: En mi caso, hago amigos por medio de las actividades. Como cuando fui a Estados Unidos un día festivo, fui al campamento de fútbol de la Universidad Brigham Young, y no conocía a nadie. Y después, al final del primer día, todos ya sabían mi nombre. Así que simplemente hacer actividades e ir a comer o ayudarnos unos a otros.
Seth H.: El interés mutuo: te interesan las mismas cosas que a otra persona. La amistad comienza cuando se hacen cosas prácticas juntos.
¿En qué se diferencia la verdadera amistad de la popularidad?
Seth H.: La amistad es personal, la popularidad es impersonal. En nuestra escuela tendemos a catalogar a algunos de “gente popular” según su habilidad en los deportes o quizá, para los muchachos, según cuántas novias han tenido. Pero pienso que puedes tener muchas amistades realmente buenas. Si eres amable, es posible que también seas popular. Creo que aquellos que siguen siendo populares más tiempo son los que son buenos amigos.
Emma B.: Pienso que depende de la forma en que trates a los demás, porque he conocido a muchas personas populares que eran muy groseras, y no eran muy buenos amigos de mucha gente. Pero también he conocido a algunas personas muy populares que eran amables con todo el mundo. Creo que esa es una gran diferencia. Pienso que se trata de la actitud que tienes. No puedes pensar que eres mejor que los demás, porque no es así.
Isaac P.: Pienso que si tienes buenos amigos, ellos van a ser tus amigos sin importar lo que otros piensen de ti. Eso es lo que hacen los amigos.
Grace S.: Los amigos son unidos y son dignos de confianza.
¿Qué has aprendido de los verdaderos amigos?
Aaron M.: Sé fiel a ti mismo. No vas a hacer amigos de verdad si no eres tú mismo. Si a ellos no les gustan tus principios, entonces realmente no son tus amigos y no te van a apoyar.
Isaac P.: Escucha lo que dicen. Si están hablando, no ignores lo que están diciendo. Solo enfócate realmente en ellos y apóyalos.
Emma B.: Algo que hacen los buenos amigos es invitarte a hacer cosas. Aunque sea preguntarte cómo estás; o también hacerte pequeñas preguntas. Las pequeñas cosas son las que importan.
James P.: También puedes ser un poco más abierto e invitar a alguien a tu grupo de amigos y luego conocer otros amigos. Todavía puedes ser un buen amigo.
Un amigo de verdad…
Grace S.: Un amigo de verdad es alguien que te conoce.
Andrew S.: Un amigo de verdad es alguien con quien siempre puedes contar.
James P.: Pienso que son comprensivos.
Leighton H.: Puedes tener confianza en ti mismo cuando estás con ellos.
Calvin B.: Un amigo de verdad te apoya.
Ten amigos que valoren las cosas que tienen mayor importancia
“El siguiente consejo es esencial para su éxito y felicidad: ‘Escojan sus amistades con cuidado’. Tenemos la tendencia a volvernos como las personas a las que admiramos y ellas son, generalmente, nuestros amigos. Debemos relacionarnos con personas que, al igual que nosotros, no tengan una visión limitada de las cosas de la vida, ni tengan metas sin sentido ni ambiciones vanas; más bien, debemos relacionarnos con personas que valoren las cosas que tienen mayor importancia, o sea, personas que tengan objetivos eternos”.
Véase del presidente Thomas S. Monson, “Sean un ejemplo”, Liahona, mayo de 2005, pág. 113.
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