Élder Dallin H. Oaks, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hizo la siguiente afirmación durante la Segunda Conferencia Anual Sacramento Corte/Clero en a la congregación B’nai Israel en Sacramento, California:
“No debería haber discordia entre Gobierno y Religión. El Gobierno y sus leyes pueden proporcionar protección esencial para los creyentes, organizaciones religiosas y sus actividades. Los creyentes y las organizaciones religiosas deberían reconocer esto y refrenarse de etiquetar a los gobiernos, las leyes y sus oficiales como si fuesen enemigos inevitables”.
Élder Oaks dijo que aquellos que son escépticos u hostiles hacia los creyentes y sus organizaciones “deberían reconocer la realidad -conocida por la experiencia- de que los principios religiosos y sus enseñanzas y organizaciones están aquí para permanecer y pueden ayudar a crear condiciones en las que las leyes públicas y las instituciones de gobierno y sus ciudadanos puedan florecer”.
Aunque no mencionó a Kim Davis por nombre, la empleada del condado de Kentucky quien rehusó conceder una licencia de matrimonio a una pareja gay debido a sus creencias religiosas, Élder Oaks dijo que los oficiales públicos, que hacen un juramento, tienen la responsabilidad de apoyar la constitución y sus leyes locales (para conocer el caso de Kim Davis con más detalle puede entrar aquí).
“Oficiales de cargos públicos son libres para acudir a sus creencias personales y motivaciones y para defender su postura en el ámbito público. Pero cuando están actuando en sus cargos públicos ellos nos son libres de aplicar sus convicciones personales -religiosas u otras- en lugar de sus responsabilidades definidas por su oficio público”, dijo el Apóstol. “Un empleado del condado recientemente argumentó razones religiosas para justificar su rechazo de licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, lo cual viola este principio”.
"Todos queremos vivir juntos en felicidad, armonía y paz", dijo el élder Oaks. "He visto el límite entre la iglesia y el estado desde ambos lados... Para mí, las preguntas sobre la relación entre el gobierno y la religión no son académicas".
"Las partes con puntos de vista diferentes sobre la relación entre la iglesia y el estado deben abogar y actuar con cortesía. ... Todos perdemos cuando prevalece una atmósfera de enojo u hostilidad o contención ", dijo. "Todos perdemos cuando no podemos debatir políticas públicas sin recurrir a boicots, despidos e intimidación de nuestros adversarios".
El élder Oaks dijo que en los "grandes asuntos" que dividen a los adversarios, los religiosos no deberían buscar el veto sobre todas las leyes antidiscriminatorias que ofenden su religión, y los defensores de la no discriminación no deberían vetar todas las afirmaciones de libertad religiosa.
"Ambas partes en grandes controversias... deben tratar de entender la posición del otro y buscar acomodaciones prácticas que proporcionen equidad para todos y dominancia total para ninguno", dijo.
El élder Oaks citó el ejemplo de la Legislatura de Utah de 2015, que, "en un conflicto directo sobre el ejercicio libre individual y la no discriminación forzada en la vivienda y el empleo", estableció una posición de compromiso bajo el lema "justicia para todos".
"No dio a ninguno de los cargos todo lo que buscaba, pero otorgó a ambas posiciones beneficios que probablemente no podrían haber sido obtenidos sin el tipo de equilibrio que es posible en la rama legislativa pero no en el poder judicial".
El élder Oaks advirtió contra "voces extremas que se escuchan desde posiciones rivales".
"Las voces extremas se polarizan y crean resentimiento y miedo al enfatizar lo que no es negociable y al sugerir que el resultado deseado es desactivar al adversario y lograr la victoria absoluta. Tales resultados rara vez son alcanzables y nunca son preferibles a vivir juntos en mutuo entendimiento y paz".
Fuente: Sala de Prensa Mormona
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