En una ocasión José estaba predicando en Kirtland en el otoño del año 1833. Había un número importante de personas presentes que no pertenecían a la Iglesia, y un hombre, más incrédulo y escéptico que los demás, hizo nota con lápiz y papel de la profecía pronunciada en esa ocasión, en la que José dijo que "no pasarán cuarenta días y las estrellas caerán del cielo."
En el trigésimo noveno día después de la proclamación de esa profecía, un hermano en la Iglesia, Joseph Hancock y otro hombre salieron a cazar y se perdieron. Ellos vagaron hasta la noche, cuando se encontraron en la casa de este incrédulo, que exultantemente produjo esta nota de la profecía de José Smith y le preguntó al hermano Hancock lo que pensaba de su profeta ahora que habían transcurrido treinta y nueve días y que la profecía no se cumplió.
El hermano Hancock sin moverse, discretamente comentó, "Falta una noche del tiempo que se anunció, y si José lo dijo así, las estrellas ciertamente caerán esta noche." Esta profecía será cumplida.
El asunto preocupaba en la mente del hermano Hancock, que observó esa noche y resultó ser el suceso histórico conocido en todo el mundo como "La noche de las estrellas que caen"1, 2.
Se quedó esa noche en la casa del incrédulo escéptico, ya que estaba demasiado lejos de casa para regresar por la noche, y en medio de la caída de las estrellas fue a la puerta de su casa y le llamó para que también fuera testigo de lo que él creía imposible y lo más improbable que pudiera suceder, sobre todo porque esa era la última noche en la que José Smith podía ser salvado de la condena de "falso profeta".
Todo el cielo se iluminó con los meteoros que caían y el rostro del escéptico al ver que el espectáculo era claramente visto y observado de cerca por el hermano Hancock, quien dijo que se puso pálido como la muerte y no dijo una palabra.
Después de ese acontecimiento, el incrédulo buscó la compañía de cualquier Santo de los Últimos Días ... No mucho después, también, pidió que José y Hyrum vinieran a su casa, cosa que ellos hicieron."
Esta lluvia de meteoros leonidas tuvo lugar el 13 de noviembre de 1833, y todavía se considera como una de las lluvias de estrellas más espectaculares de la historia registrada.
Para quienes deseen corroborar que ese día realmente existió este hecho y aprender de él, sugerimos visitar los siguientes enlaces de medios de comunicación prestigiosos:
http://www.abc.es/ciencia/20140512/abci-nevaron-estrellas-fugaces-201405121152.html
http://alef.mx/wp/el-cielo-de-eeuu-se-ilumino-con-240000-meteoritos-el-13-de-noviembre-de-1833/
Fuente: Parry Edwin. "Philo Dibble Narrative." Stories about Joseph Smith. Salt Lake City, 1934
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