Hace pocas hora el Periódico AM de México ha publicado un artículo en el cual da una visión y descripción bastante apropiada sobre la Iglesia y lo que hace para ayudar a la comunidad.
El artículo detalla:
Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mateo 6:16
Mateo 6:16
Era difícil comprender el ayuno, un sacrificio al que no le veía mucha razón de ser. Hasta que visitamos un enorme almacén de 60 mil metros cuadrados (unas 6 tiendas de Costco) en Salt Lake City, Utah. Ahí, en la cuna de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, descubrimos el poder caritativo de una comunidad ejemplar.
En el mundo cristiano hay muchos caminos y muchas formas de vivir en comunidad pero algunas de ellas sorprenden: los llamados “Mormones” practican el ayuno un domingo al mes. Son dos alimentos que no hacen para “acercarse a Dios” y recordar a aquellos hombres y mujeres en necesidad. Luego aportan el equivalente de lo que se ahorraron al no tomar esos alimentos. Un gesto simbólico de generosidad que se convierte en un mar de ayuda por todo el mundo.
En el almacén principal de Salt Lake City se concentra la mayor ayuda: el equivalente a 3 mil trailers de víveres, frazadas, medicinas, equipo de emergencia y harinas. Cada día cien camiones reparten por todo Estados Unidos a comunidades en desgracia, a víctimas de huracanes como Puerto Rico, a los desprotegidos después de un temblor como en México o en Haiti. Un refrigerador de 6 mil metros cuadrados y un congelador a menos 10 grados conservan todo lo perecedero. Como si fuera poco, tienen otros 4 almacenes repartidos por todo el país. Aunque no especificaron exactamente cuánto es el monto de la ayuda, imaginamos que son cientos de millones de dólares.
La Iglesia de los mormones llega ya a 13 millones de fieles en todo el mundo y a pesar de muchas de las concepciones equivocadas sobre su antigua poligamia, tal vez sea la comunidad cristiana más generosa. Sus miembros con posibilidades, además del dinero del ayuno, entregan un 10 por ciento de sus ingresos para la construcción de templos y su manutención. Esa cifra sí es pública pues se sabe que sus ingresos son de unos 140 mil millones de pesos al año. Justo el doble que todo el presupuesto gubernamental de Guanajuato. Es una Iglesia rica que da a manos llenas. Su miembros no toman alcohol, ni café ni bebidas estimulantes. Son sobrios y tienen una verdadera devoción a la familia.
Además de dar caridad material, todos los jóvenes participan en una misión obligatoria a partir de los 18 años. Van por el mundo cumpliendo labores evangélicas y de servicio social por dos años.
Sus creencias son mágicas y algo fantásticas, pero qué religión no está construida por mitos que reunieron a miles y a millones en comunidades. El tema también son los resultados de sus creencias. Bíblicamente podríamos decir “Porque cada árbol se conoce por su fruto”. Lucas 6:44
Vemos con nostalgia lo que podría ser nuestra Iglesia Católica, la mayoritaria en México, si sus miembros la enriquecieran en participación y ayuda material. Da tristeza ver que la “limosna” dominical son unas cuantas monedas ya casi sin valor. Da pena que sacerdotes ancianos vivan en condiciones de extrema pobreza y que la participación de la Iglesia extendida a todos sus fieles se limite a una hora o menos en la celebración dominical. Pero ese es un tema para tratar con otra perspectiva.
Felices fiestas. (Fin del artículo)
Quizás en la nota se presentan datos no tan precisos, sobre todo en la cifras, pero creemos que se ha hecho una buena descripción. es bueno ver como los medios poco a poco están siendo más justos en el trato de las religiones, en especial la nuestra, que frecuentemente ha recibido ataques sin sentido ni argumento.
Esperamos que la Iglesia siga iluminando el mundo con sus maravillosos programas inspirados por el Señor.
Fuente: AM
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