Toda la iglesia está maravillada. Es difícil recordar una Conferencia General tan llena de nuevas políticas y procedimientos. Parecía un titular tras otro: ¡Asamblea solemne! ¡Un nuevo profeta! ¡Dos nuevos apóstoles! ¡Un gigantesco Cuórum del sacerdocio de Melquisedec! Siete nuevos templos (¡Rusia, ¡India!, ), ¡Nueva Presidencia de Mujeres Jóvenes! ¡Nuevos Setentas! ¡Y la ministración reemplaza la orientación familiar y las maestras visitantes!
Después de la Sesión General del Sacerdocio cuando se combinaron el Cuórum de los Sumos Sacerdotes y el Cuórum de Élderes, nuestro hijo mayor bromeó: "Una vez más, la Sociedad de Socorro ya nos llevan la delantera".(Los cambios al programa de las maestras visitantes sobre ministrar se anunciaron el 2017)
Sin duda es un momento emocionante para la Iglesia SUD. Aquellos que se perdieron la Conferencia se actualizaron rápidamente a medida que se transmitían estos anuncios innovadores.
Y luego escuché a alguien decir: "No lo escuché, pero entendí lo esencial". No, amigo mío, no entendiste "la esencia". Tienes los titulares. Recibistes las noticias que despertarían el interés de los principales medios de comunicación.
De alguna forma te perdiste todo. Sí, me quede sin aliento junto con el resto de la membresía cuando se anunciaron estos nuevos cambios. Yo pienso que todos estábamos gratamente sorprendidos. Pero eso no se iguala con la piel de gallina, las lágrimas y los momentos conmovedores en los discursos de nuestros líderes, ya que sus palabras inspiradas fueron directamente a nuestras almas y nos acercaron a Cristo.
Sin duda, estos fueron algunos de los discursos más maravillosos que he escuchado. Esto es por lo que todos deberían estar hablando. Y sí, sé que muchos todavía están disfrutando de la luz que aprendieron y de cómo se sintieron en los mensajes. Pero tenemos que ser todos nosotros. Todos debemos apartar un tiempo para todas las sesiones de la Conferencia, y luego someternos humildemente a la correccióna medida que escuchamos un consejo inspirado.
¿Alguna vez has escuchado un modelo tan claro de cómo recibir revelación personal, como lo fue enseñado por nuestro nuevo profeta, Russell M. Nelson? Sin mencionar nombres y así pasar por alto algunos, hubo discursos asombrosos sobre el amor puro, el poder de las cosas pequeñas y sencillas, la forma en que se ve la mansedumbre, cómo perdonar a otros y cómo ser perdonados, cómo ser padres, cómo enfrentar la adversidad, cómo en realidad escuchar y seguir al Espíritu Santo, y sobre todo, cómo acercarse a nuestro Señor y Salvador. Me sentí inundado por hermosos mensajes de Pascua, cada uno dándonos una nueva faceta de ese brillante diamante. Salí lleno y rebosando de ideas sobre cómo puedo mejorar, como volver a intentarlo y ser feliz.
Es cierto que todos los anuncios de noticias fueron dramáticos y emocionantes. Pero las lecciones dentro de los discursos tuvieron el mayor poder para cambiar nuestras vidas y exaltarnos. Mencioné que uno de los discursos se centró en el poder de las cosas pequeñas y sencillas. Y toda la Conferencia General lo ilustró: un mensaje sencillo, un momento único cuando una idea resuena al escuchar un discurso. Eso es lo que extrañaremos incluso si nos perdemos parte de la Conferencia General. Fue súper emocionante, pero por muchos más motivos que solo los titulares.
Artículo fue escrito por Joni Hilton y publicado en ldsmag.com con el título “The Exciting Part of Conference No One is Talking About”.
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Es cierto solo el vivirla o volverlo a hacer es mejor que los encabezados
ResponderBorrarDisfrutemos y apliquemos esta histórica y solemne conferencia
Sin duda, la mejor parte es la que se vive al escuchar con el corazón (y tomar nota) de las palabras inspiradas de los discursantes. No se pueden resumir en los encabezados!
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