Por Dastin Cruz
Es necesario comenzar recalcando que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no tiene un clero profesional ni pagado. Al contrario las autoridades Generales dejan sus trabajos y se dedican únicamente a ministrar la iglesia. Sin embargo las autoridades Generales sí reciben un subsidio económico para su manutención y gastos personales, los cuales no provienen del diezmo de la iglesia. Hablemos un poco de ello.
Hace un poco mas de un año aparecieron en línea talones de pago de algunas autoridades de la iglesia en MormonLeaks, un sitio web que supuestamente aparenta buscar la transparencia en la Iglesia. Ante la información filtrada sobre los subsidios que reciben las Autoridades Generales, Eric Hawkins portavoz de la iglesia declaró:
"Las Autoridades Generales abandonan sus carreras cuando son llamadas al servicio religioso de tiempo completo... Cuando lo hacen, concentran todo su tiempo en servir a la iglesia y se les da un subsidio de vida. El subsidio de subsistencia es uniforme para todas las Autoridades Generales [Que incluye la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles, el Primer y Segundo Cuórum de los Setenta y Obispado Presidente]. Ninguno de los fondos para este subsidio de vida proviene del diezmo de los miembros de la iglesia, sino más bien de los ingresos de las inversiones financieras de la iglesia".Desde hace tiempo, la iglesia ha sido transparente acerca de los subsidios de vida para las Autoridades Generales, sin publicar cantidades específicas. El Presidente Gordon B. Hinckley, lo menciono en una transmisión mundial de la Conferencia General de octubre de 1985.
"Quisiera añadir, entre paréntesis, para su información, que los subsidios de vida dados a las Autoridades Generales, que son muy modestos en comparación con la remuneración de ejecutivos en la industria y demás profesiones, provienen de los ingresos empresariales de la iglesia y no de los Diezmos de la gente".Una información similar se dio en la "Enciclopedia del Mormonismo", publicada en 1990.
"A diferencia de los líderes locales, que conservan sus profesiones normales mientras sirven en sus asignaciones de la Iglesia, las Autoridades Generales dejan de lado sus profesiones para dedicar su tiempo completo al ministerio de su llamamiento. El subsidio de vida dado a las Autoridades Generales casi nunca iguala las ganancias que sacrifican para servir por tiempo completo en la Iglesia ".En 2011, la Liahona, revista oficial de la Iglesia señaló:
"El prestar servicio como presidente de misión es una asignación de tres años que es espiritualmente inspiradora y al mismo tiempo supone un desafío. Al dedicarse a este llamamiento, básicamente muchos matrimonios ponen su vida en compás de espera, incluso su empleo y su familia.
En algunos casos la interrupción del empleo profesional supone una pérdida económica. Aunque la Iglesia proporciona a los presidentes de misión una mensualidad mínima para cubrir los costos de vida, los matrimonios usualmente tienen los medios financieros para complementar esa mensualidad con sus propios fondos.
El historiador D. Michael Quinn, un exmormón y crítico SUD, reconoce en su libro “Mormon Hierarchy: Wealth and Corporate Power” que aunque las Autoridades Generales SUD reciben el mismo "subsidio de subsistencia" anual de $ 120,000, ninguno de los líderes se está enriqueciendo con ella. Quinn es claro en señalar que a pesar de este éxito económico de la iglesia, los lideres de la Iglesia nunca actuaron como los gigantes corporativos, enriqueciéndose a sí mismos con las ganancias. A través de los años según Quinn los líderes de la Iglesia se pagan a sí mismos aun menos que algunos de los empleados de la Iglesia.
Los directores generales de otras organizaciones sin fines de lucro, incluidas Harvard, Yale y United Way ganan hasta 10 veces mas. En palabras de Quinn "Es de verdadera humildad el ver como estos hombres que presiden una institución que gana decenas de miles de millones de dólares devuelvan los fondos para el beneficio de las bases de la Iglesia". La conclusión de Quinn es clara, aun cuando la Iglesia tiene actualmente una enorme riqueza, ninguno de los líderes se ha enriquecido.
Matthew Bowman, autor de "The Mormon People: The Making of an American Faith", dijo al diario Salt Lake Tribune que la cantidad de dinero para las asignaciones de vida las Autoridades Generales no es sorprendente en comparación con los cleros protestantes.
Recordemos que muchas de las Autoridades Generales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, asistieron a escuelas de élite como Harvard, Stanford, Yale y la Universidad de Chicago y construyeron carreras exitosas como presidentes de universidades, abogados y cirujanos y CEOs donde habrían recibido mejores remuneraciones. Dedicándose a tiempo completo en sacrificio de carreras sustanciales, estos líderes viven modestamente, trabajan incansablemente, mantienen cruentos horarios de viaje y continúan haciéndolo mucho más allá de una edad en que otros se jubilan.
Jan Shipps, quién no es miembro pero ha estudiado el Mormonismo extensivamente, declaró para el diario Salt Lake Tribune que se sentía sorprendido de cuan relativamente bajo era el subsidio de subsistencia y dijo "Muchos presidentes de Universidades e incluso algunos profesores ganan mucho más". Jan Shipps enseñó historia religiosa americana en Indiana durante años. “Comparado con su sueldo, se trata de ligas menores”, dijo. Un pastor metodista de una congregación de clase media en el Medio Oeste, dijo Shipps, "recibe un sueldo base de $ 138,000 más una asignación de una casa parroquial".
Larry Wimmer, profesor de economía jubilado de la Universidad Brigham Young, dice que antes el precio de construir templos y capillas nuevas solía ser asumido por los miembros locales. Ahora, la sede de Salt Lake City asume el gasto. "Si alguien les hubiera dicho a mis padres o abuelos que la iglesia se haría cargo de todos los gastos de construcción", dice Wimmer, "no lo hubieran creído". Ahora subsidia el costo de misiones SUD y proporciona más ayuda humanitaria de lo que nunca antes pudo hacer, dice Wimmer. "Y eso se debe, en gran parte, a la capacidad financiera y la experiencia del liderazgo".
Nota: Un Subsidio es una ayuda económica que una persona o entidad recibe de un organismo oficial para satisfacer una necesidad determinada.
Los puntos de vista y las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
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