"Nos unimos para reconocer que todos los buenos dones provienen de Ti", oró la Hermana Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien participó en el Día Nacional de Oración en la Casa Blanca en Washington, DC, jueves, 3 de mayo de 2018.
En una ceremonia en Rose Garden, la hermana Bingham se unió a otros líderes cristianos, hindúes, musulmanes y judíos de todo Estados Unidos para ofrecer oraciones.
Aquí está la oración que expresó:
“Nuestro amoroso, misericordioso y perfecto Padre Celestial, nos acercamos a ti en gratitud por las muchas bendiciones recibidas de Tus manos. En este Día Nacional de Oración, nos unimos para reconocer que todos los buenos dones provienen de Ti. A esta nación se le ha otorgado relativa paz y prosperidad, y te pedimos humildemente que protejas a aquellos que están en peligro protegiendo nuestras libertades en búsca de la felicidad.
Bendice a aquellos que dirigen esta gran nación con la empatía, los conocimientos y la inspiración que necesitan, ya que se aconsejan juntos y sinceramente se esfuerzan por trabajar en armonía. Ayúdanos en nuestra búsqueda para que podamos “unirnos en la misma mente y en el mismo juicio” (1 Corintios 1:10). Que cada uno pueda ejercer integridad, humildad y nobleza de carácter en su esfera de influencia.
Padre Celestial, muchos están necesitados, y oramos por todos los que trabajan desinteresadamente para mejorar vidas. Que nos convirtamos en una tierra de “buenos samaritanos”, trabajando en amor para levantar las manos de los oprimidos, los pisoteados y los afligidos. “Entrelaza [nuestros corazones] juntos en unidad y en amor unos para con otros” (Mosíah 18:21).
Por favor fortalece hogares y familias que brinden una guía amorosa en la construcción de ciudadanos capaces y compasivos.
También reconocemos la necesidad de mejorar, Padre. Ayúdanos a encontrar formas de comprendernos y valorarnos unos a otros, de trabajar juntos en cooperación y altruismo, en lugar de buscar beneficios personales, satisfacer ambiciones vanas o gratificar el orgullo. Que nos examinemos y seamos mejores individuos, aumentando así la paz y la felicidad de cada ciudadano en los Estados Unidos de América.
Querido Padre, te agradecemos por cada bendición y pedimos humildemente tu ayuda para nuestro cuidado y protección continuos.
En el sagrado nombre de Tu Hijo Amado, Jesucristo, Amén."
Fuente: Sala de Prensa Mormona
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