Las autoridades confirmaron la semana pasada que fueron separados de sus familias alrededor de 2.000 menores inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos en poco más de un mes, en el marco de la política de tolerancia cero contra la inmigración ilegal impulsada por el Presidente Donald Trump.
La Iglesia emitió la siguiente declaración el lunes sobre la separación de los niños de sus padres a lo largo de la frontera de los EEUU-México:
"La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha expresado durante mucho tiempo su posición de que la reforma migratoria debe fortalecer a las familias y mantenerlas unidas. La separación forzada de los niños de sus padres que ahora se produce en la frontera de México con Estados Unidos es perjudicial para las familias, especialmente para los niños pequeños. Estamos profundamente preocupados por el tratamiento agresivo e insensible de estas familias. Si bien reconocemos el derecho de todas las naciones a hacer cumplir sus leyes y asegurar sus fronteras, alentamos a nuestros líderes nacionales a tomar medidas rápidas para corregir esta situación y buscar soluciones racionales y compasivas".
Rogamos que DIos bendiga a estos niños y a sus padres y que el conflicto sea solucionado de manera que favorezca la unidad familiar.
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