por C. Gorton, con aportes de Hernán Toledo
Es de conocimiento general dentro de la Iglesia, que todos los pecados pueden ser perdonados con excepción de negar el Espíritu Santo y derramar sangre inocente después de haber recibido el Evangelio. Entonces, la duda que han tenido muchos miembros es saber si una mujer o cualquier persona que participe de un aborto, puede obtener el perdón.
Además tenemos antecedentes y enseñanzas que exponen que una persona puede arrepentirse de un asesinato. Inclusive algunas personas que mataron, si han mostrado verdadero arrepentimiento, tras pasar por una serie de entrevistas, pueden ser miembros de la Iglesia siendo bautizados. Pero por otro lado, en DyC, en la descripción de los grados de gloria se enseña que los asesinos se encontrarán en la gloria telestial, no en la celestial.
La Primera Presidencia dijo en 1972:
"Tal como está el asunto hoy, el Señor no ha hecho una declaración definitiva de una manera u otra con respecto al crimen del aborto. Hasta donde se sabe, él no lo ha enumerado junto con el crimen del pecado imperdonable y el derramamiento de sangre humana inocente. Que él no lo haya hecho sugeriría que no está en esa clase de crimen y, por lo tanto, que será receptivo a las leyes del arrepentimiento y el perdón".
Luego de saber esto podemos pensar que no sólo un persona que haya abortado puede recibir el perdón sino que el Señor desearía que se arrepintiera.
Más recientemente, la instrucción actual dada a los líderes del sacerdocio es que el aborto no se considera asesinato en los efectos de la acción disciplinaria de la Iglesia. Un o una infractor(a) puede y debe arrepentirse, porque la expiación de Cristo es lo único que puede ayudar en cualquier angustia.
Solo podemos ser juzgados de acuerdo con la luz y el conocimiento del Evangelio que tenemos en nuestra vida si/cuando tomamos tal decisión.
El asesinato de otra persona es contrario a las leyes de la tierra. Instintivamente sabemos que esto está mal (exceptuando las guerras que son un tema aparte).
El aborto parece tener "moralidad condicional", lo que significa que depende de la persona que quiere el aborto y el propósito, si es por control de natalidad, o si es por riesgo de muerte, etc.
Sin embargo, aquellos de nosotros que hemos sido criados con ciertos valores cristianos, sabemos que el asesinato de cualquier vida, está en contra del plan de Dios. Se convierte en un problema mayor.
Doctrina y Convenios 82:3 dice:
Porque de aquel a quien mucho se da, mucho se requiere; y el que peque contra mayor luz, mayor condenación recibirá.
Puede ser útil estudiar la conversión del pueblo de Anti-Nefi-Lehi como se encuentra en el Libro de Mormón. Eran toda clase de pecadores hasta incluso de asesinatos. Luego se convirtieron y tuvieron un cambio de corazón completo. Sus cargas se levantaron y sintieron el amor perdonador de Dios. Cambiaron totalmente sus vidas y rechazaron sus formas anteriores. El Libro de Mormón deja en claro que Dios no les negó ninguna bendición una vez que recurrieron a él.
Para cualquier niña embarazada o no embarazada, o con un bebé no deseado, ofrezco este consejo: vaya a su obispo. Trabaje con él y planifique la adopción final de su hijo. Por lo menos, vea qué recursos están disponibles en su ciudad, estado o país. Por ejemplo en los Estados Unidos, puede dejar a un niño en una estación de policía, estación de bomberos u hospital sin preguntas. Cada país tiene otros sistemas que evitan que simplemente todo se agrave con el pecado de aborto.
Si cometió, alentó o financió un aborto, debe hablar con su Obispo. Es mejor confesar ahora, que albergar el pecado hasta la próxima vida.
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