Muchas mujeres celebraron el jueves cuando escucharon que los pantalones son ahora una opción de todo el año para las misioneras de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, excepto durante los servicios religiosos y otras ocasiones en que se requiere vestimenta más formal.
El cambio es efectivo de inmediato en las 407 misiones del mundo, donde las mujeres ahora representan el 27 por ciento de los misioneros, frente al 12 por ciento en 2012.
Con ese aumento han venido cambios notables para las misioneras hermanas. Un cambio en el código de vestimenta puede parecer menor, pero las misioneras que regresan dicen que cambiar de vestido a pantalón puede ser complicado, es un tabú en algunas culturas y, eventualmente, podría afectar la cultura de la iglesia.
Las misioneras hermanas de los Santos de los Últimos Días continuarán vistiendo faldas y vestidos cuando asistan al templo y durante los servicios de adoración del domingo, servicios bautismales, reuniones de líderes de misión y conferencias de zona. De lo contrario, ahora sólo significa que tienen una nueva opción.
"Esto es realmente opcional", dijo la hermana Bonnie H. Cordon, presidenta general de las Mujeres Jóvenes y miembro del Consejo Ejecutivo Misionero, en un comunicado de prensa. "Las hermanas pueden usar vestidos, pueden usar pantalones, lo que sea que les ayude en su servicio, ya que están afuera entre la gente".
Las piernas de Summer Hopper se hincharon cuando comenzó a servir en Guatemala en 2015 debido a las picaduras de mosquitos que sufrió con vestidos y faldas. Ella dijo que desarrolló una erupción y se enfermó.
Hopper, de 22 años, estudiante de economía en BYU, dijo que varias mujeres en la misión también se enfermaron en ese entonces. Al año siguiente, en 2016, los líderes de la iglesia anunciaron que las mujeres en áreas con un alto riesgo de esas enfermedades podrían usar pantalones durante la temporada de lluvias. Para Hopper en Guatemala, eso significaba todo el año: "Tuvimos que usar en la estación húmeda y la temporada menos húmeda".
Para su sorpresa, se encontró en conflicto por el uso de pantalones.
"Al principio, no me sentía como un misionero cuando llevaba pantalones", dijo. "Obviamente eso es algo cultural. Otra cosa es que en América Latina era menos aceptable culturalmente que las mujeres usaran pantalones. Eso hizo que algunas hermanas dudaran".
El presidente de la misión descubrió que las hermanas que todavía optaban por usar faldas se enfermaban más a menudo. Les aconsejó que usaran solo faldas largas, y Hopper dijo que "hizo una gran diferencia".
Kate Saunders, de 21 años, de Riverton, comenzó a prestar servicios después del cambio de 2016, pero aún se sentía mal por usar pantalones.
"Crecí con la imagen de hermanas misioneras con vestidos y faldas", dijo Saunders, estudiante de primer año de BYU-Idaho que regresó en agosto de su misión de 18 meses en Tampa, Florida. "Pero una vez que empecé a usar pantalones, se volvió normal. Fue genial porque teníamos más opciones y podíamos hacer mucho más servicio".
La esposa del presidente de una misión dijo que las mujeres con las que trabajaba en la Misión Brasil São Paulo tenían que usar pantalones durante cuatro o cinco meses al año debido al peligro de enfermedad. Aún así, no a todos les gustó el anuncio de 2016.
"Fue muy difícil para muchos de ellos porque la imagen de una misionera hermana siempre ha sido una mujer con vestido", dijo Cathy Silcox de Spanish Fork, quien sirvió desde julio de 2015 hasta junio de 2018." ...Algunos agradecieron el momento en que llegaron a usar faldas y otros esperaban ponerse esos pantalones de nuevo".
En pocas palabras, "se redujeron los incidentes de Zika y dengue", dijo Silcox. "Hizo lo que ellos querían que hiciera".
Rosalynde Welch cumplió una misión y dijo que ahora a veces usa pantalones en la iglesia como madre y erudita de los Santos de los Últimos Días en St. Louis, Missouri. Dijo que como los pantalones tienen poco significado intrínseco y no tienen importancia moral, no le quiso dar mayor importancia.
Aún así, Welch dijo que la decisión se toma en un contexto más amplio y que estará interesada en ver si una alteración en los requisitos de vestimenta para las misioneras hermanas se filtrará hacia la iglesia en general.
"A medida que las misioneras hermanas se han convertido en un mayor porcentaje de los misioneros que sirven en la iglesia, sus necesidades y conveniencia han tenido una mayor presencia en la pantalla del radar", dijo Welch. "Ahora una hermana se sienta en el comité misionero y creo que eso ciertamente ha marcado una diferencia".
Saunders, Silcox y Welch dijeron que los pantalones ayudan a las misioneras hermanas a mantenerse temperadas en el frío, a andar en bicicleta cuando sea necesario y a participar más fácilmente cuando surge una oportunidad de servicio.
"El trabajo de la misión es un estilo de vida activo", agregó Hopper. "A veces usar una falda lo hace difícil, así que creo que usar pantalones es una gran idea".
Fuente: DeseretNews
Comenta con Facebook
Sera dificil ver a una misionera con pantalones. El cuerpo se siñe más. Si con falda algunas hnas. Les cuesta guardar normas no es de imaginar con pantalones. Respeto este cambio. Pero hay muchas jovencitas en el campo misional que van sin un testimonio. Por lo tanto no guardan ni respetan las normas. Pienso este cambio sera un proceso.
ResponderBorrar