¿Por Qué La Iglesia no está cediendo ante el Lobby LGBT mundial?



Hace un par de días la Iglesia hizo un cambio significativo en sus políticas, anunció que de manera inmediata los hijos provenientes de parejas homosexuales pueden ser bautizados sin tener que recurrir a la aprobación de la primera Presidencia y que ser parte de un matrimonio con alguien del mismo sexo ya no será considerado como apostasía. Esto es significativo porque a primera vista parece la revocación de políticas establecidas tan solo años antes.

La noticia se propagó rápidamente segundos después de conocer las declaraciones de Élder Oaks (nada menos que el primer consejero de la Presidencia de la Iglesia), las redes sociales Santo de los últimos días se inundaron con comentarios de todo tipo al respecto, desde el júbilo desmedido rozando la soberbia, hasta la intolerancia cercana al rechazo de este tipo de revelaciones.



Origen...

En Noviembre del 2015 siendo Presidente Thomas S.Monson, la Iglesia presentó una carta que modificaría políticas en el manual 1 y que en resumen condicionarían la bendición y bautismo de hijos (naturales o adoptivos) de matrimonios gay, y también colocaba dentro del espectro de apostasía a quienes participan de estas relaciones de cohabitación, aquello implica disciplina formal de la Iglesia (dentro de la que está comprendida la excomunión).

Como era de esperarse, la batalla espiritual y la persecución virtual se desencadenó sin embargo luego de un tiempo la atención se dispersó, en parte, debido a conflictos más mediáticos que se vivían en la sociedad mundial: Guerras inmigración y políticas contra la comunidad LGBT que podrían parecer radicales y fueron puestas en marcha por jefes de estado, como por ejemplo Donald Trump.



Entonces...

La pregunta cuya sola formulación alegra a unos y genera incertidumbre y desconcierto en otros es: ¿La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días está cediendo ante la "moda" Gay?

Aunque parezca increíble la respuesta está a la vista, es más, está en la misma declaración del Élder Oaks, que a pesar de ser solo un fragmento de lo expuesto (y la prensa internacional publica con rótulos bastante convenientes), contiene intacta la doctrina de la Iglesia de Cristo.

Se lee en la página de la iglesia lo siguiente:
"Estos cambios no representan un cambio en la doctrina de la Iglesia relacionada con el matrimonio o los mandamientos de Dios con respecto a la castidad y la moralidad. La doctrina del plan de salvación y la importancia de la castidad no cambiarán".  
"Anteriormente, nuestro Manual caracterizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo por un miembro como apostasía. Si bien aún consideramos que este matrimonio es una transgresión grave, no será tratado como una apostasía para los propósitos de la disciplina de la Iglesia. En cambio, la conducta inmoral en las relaciones heterosexuales u homosexuales será tratada de la misma manera". (ChurchOfJesusChrist.org)
Cualquier miembro de la iglesia que con espíritu de oración desee entender (si no le queda claro) qué es lo que está sucediendo, podrá ver que lo que se extiende es un brazo completo de amor y comprensión pero sobre todo una oportunidad de volver a Dios para todas estas personas, que como dijo Élder Bednar en un coloquio en Argentina en 2016 lo que tienen es "un desafío en la carne" como todos o cualquiera de nosotros.

El pecado de tener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo sigue siendo tan grave como el pecado de tener relaciones sexuales antes del matrimonio heterosexual, el matrimonio homosexual no es aceptado por la iglesia porque contradice en todo sentido la "La Familia: Una proclamación para el mundo" dada el 23 de septiembre de 1995.



Los últimos cambios no contradicen la doctrina sobre la que se basaba lo anunciado por el Presidente Monson, tampoco pasan por alto la proclamación leída en el discurso del Presidente Hinckley en 1995 ni la doctrina expuesta por otro profeta sobre el tema; La aplicación de los últimos cambios se halla dentro del rango de misericordia, hecho extenso gracias al Salvador, y es lo que se está poniendo en evidencia y en uso. La conducta sexual inapropiada sigue siendo un pecado grave, para hombres y mujeres con desafíos de ese tipo, tal como dijo Jacob 544 años a.C.:
 ...Y las fornicaciones son una abominación para mí; así dice el Señor de los Ejércitos. Por lo tanto, este pueblo guardará mis mandamientos, dice el Señor de los Ejércitos, o maldita sea la tierra por su causa. (Jacob 2:28-29)
Sabemos que la apostasía es el abandono de la verdad, es el alejarse del camino a la Salvación de manera intencional, es incluso manifestarse en rebelión por lo que la disciplina en la iglesia es muy estricta al respecto.

Entiendo que el Presidente Monson podía estar confiando en la probabilidad que consideró el Rey Salomón frente  a las dos mujeres que reclamaban ser la madre de un mismo niño, sabiendo que la conducta de una de las supuestas madres iba a afectar la vida del bebé, la verdad y el arrepentimiento fluiría de alguna (1 Reyes 3).



La preocupación es la misma: Si los padres no están de acuerdo con los mandamientos que hay que cumplir en la iglesia de Cristo ¿Por qué entonces desean bautizar a sus hijos en ella? ¿Por qué entonces no prepararse para ser dignos y lograr realizar esas ordenanzas por sus hijos?
Si yo fuese padre de un niño al que se le condicionaría recibir una ordenanza del evangelio porque yo mismo cuestionó el Evangelio que la contiene, preferiría mil veces arrepentirme de mis pecados para que mi hijo (a quien amo) pueda recibir por justicia aquellas bendiciones y convenios en su vida.
"Entonces la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey (porque sus entrañas se conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! Dad a esta el niño vivo, y no lo matéis. Pero la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo". (1 Reyes 3:26)

Lo que hace el presidente Nelson, nuestro profeta hoy en día, es no considerar a una persona que sea parte de un matrimonio homosexual, como apóstata. Esto ayuda a los que tengan el deseo de arrepentirse a no ser separadas mediante alguna eventual disciplina, y a aquellas que desean investigar tal vez ya habiendo realizado esta clase de uniones, a ser recibidas de manera aún más comprensiva.

Ayuda a que miembros con otras debilidades no estigmaticen a alguien por su estado actual y que tengan la oportunidad de conocerlo y hallar los reales sentimientos de devoción al Señor dentro de su corazón. Puede alguien estar errado y sin embargo tener una lucha interna por cambiar y ser obediente al evangelio, puede no solo desear ser amado por Dios (aquello que jamás dejará de ser) sino también ser digno de su complacencia, para luego de todo superar la batalla y llegar con la frente en alto a su presencia.



Redactado por: Sión Latinoamérica

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Hernán Felipe Toledo

Ingeniero, viajero, creador de comunidades y amante de difundir inspiración. Actualmente sirve en una Presidencia de Estaca.

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  1. Sinceramente NO ENTIENDO, cómo se puede "aceptar" o dejar de ver como apostasía un matrimonio gay y por otro lado no tolerar o excomulgar a alguien qué comete pecados sexuales si es lógico que si alguien se casa es para consumar el matrimonio. Si alguien me puede ayudar lo agradecere.

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    1. La respuesta está claramente en este párrafo que le pido lea detenidamente:

      Anteriormente, nuestro Manual caracterizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo, por un miembro, como apostasía. Si bien aún consideramos que este matrimonio es una transgresión grave, no será tratado como una apostasía para los propósitos de la disciplina de la Iglesia. En cambio, la conducta inmoral en las relaciones heterosexuales u homosexuales será tratada de la misma manera.

      Está explicando que sólo para efectos de disciplina, el hecho de que un miembro se case con otro del mismo sexo, no será un agravante disciplinario. Sin embargo, si esa persona está transgrediendo la ley de castidad, sí es apostasía y se le ejercerá la disciplina correspondiente al caso. Eso es todo. Es un cambio en formas de administración y no en la doctrina. Saludos.

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  2. Soy miembro de la Iglesia hace poco más de 30 años y aún cuando no me considero una erudita en cualquier tema relacionado con el evangelio, creo tener la capacidad para comprender que en lo que respecta al tema en cuestión,Yo veo que la Iglesia ha cambiado la postura tocante a que los hijos ( sean naturales o adoptivos)De una pareja gay, tendrán la oportunidad de recibir las ordenanzas como tal las extiende la Iglesia a fin de hacer notar que estas personas merecen las mismas oportunidades que cualquier otro miembro digno recibe, y no con esto quiere decir que sea visto con agradó la Unión entre parejas de ambos sexos, sin embargo si observo una empatía ante los hijos de éstos..Gracias a DIos misericordioso su amor
    extiende sus brazos para cubrir el amor por todos sus hijos e hijas...y yo siempre lo he dicho para Dios aún la vida de una pequeña ave es valiosa, cuanto no lo seremos nosotros como sus hijos.

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