Hoy en muchas capillas del país se suspendieron las reuniones o se hicieron más breves. Y en todas las misiones se les ha pedido a los misioneros que permanezcan en casa.
Las manifestaciones han ido sumando razones justas para la población. El pueblo capitalino y de algunas regiones reclamó por sus derechos de una forma prudente, hasta que desde hace algunos días, algunos grupos comenzaron a hacer destrozos que no tenían ninguna relación con el espíritu de la protesta original. Esto ha llevado a más respuestas violentas, e incluso a aumentar la contención física por parte de las autoridades.
Cabe señalar que este artículo sólo es un comentario sobre hechos sociales que están ocurriendo. Muchos se han dividido señalando errores en el gobierno, en las fuerzas de orden y militares, etc. No es nuestro fin comentar sobre eso, sino hacer un llamado a que oremos por el país, por cada uno se sus habitantes para que se restablezca la paz y para que que los líderes gubernamentales sientan y decidan hacer mejores gestiones, destacando que la violencia desde ambas partes, o de donde provenga, nunca traerá soluciones.
El Libro de Mormón nos enseña que debemos luchar por nuestra libertad y nuestros ideales correctos. Podemos hacerlo, y nuestra invitación hoy es a participar, siempre y cuando resguardemos nuestra integridad y que lo hagamos de la manera correcta.
Algunas fotos incluso muestran saqueos y vandalismo en general, por ejemplo, capillas afectadas.
Nos unimos a las oraciones de todos y hacemos un llamado a los líderes pertinentes a tomar acciones que beneficien a la sociedad de forma efectiva y que sancionen a los delincuentes.
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