Estoy preocupado por el creciente problema de obesidad que parece que tenemos en el mundo de hoy. Sin embargo, también quiero advertir... La obesidad no es solo un tema delicado, también es muy complicado. Sería grosero y, francamente, desagradable de nuestra parte suponer que todos los casos de obesidad se deben a la pereza, la ociosidad o la glotonería... a veces veo esa forma de pensar en nuestra vida y cultura.
Recibimos preguntas sobre si esta o aquella comida o bebida está en contra de la Palabra de Sabiduría, incluso cuando la Palabra de Sabiduría no dice nada sobre dicha sustancia. Respondemos diciendo: “A veces necesitas usar tu propio juicio y seguir el espíritu. No puedes confiar en que la Iglesia tomará el 100% de las decisiones por ti ". Es básicamente lo mismo con esto. José Smith también dijo: "Les enseño principios correctos y ellos se gobiernan a sí mismos". Piensen en esa cita. Quizás José Smith nos estaba advirtiendo sobre nuestras actitudes draconianas cuando se trata de leyes de salud y haciéndolas cumplir en todos.
El hecho de que creamos que la obesidad es un problema clave en nuestra cultura actual no significa que sepamos más que la Iglesia y sus profetas. Hasta ahora, Dios no ha instruido a sus profetas y líderes a predicar sobre la obesidad (de forma específica) o hacer cambios a nuestros códigos de salud.
A veces tenemos "problemas domésticos", como problemas de peso y otras cosas que nos apasionan y que creemos que son muy pecaminosas. Muchas veces, esos problemas son pecaminosos hasta cierto punto, pero debemos tener cuidado de que no los desaprovechemos ni perdamos de vista dentro del panorama general. Si bien el dicho "No seas crítico" se usa incorrectamente en nuestra cultura hoy en día, eso no significa que siempre esté mal. Necesitamos hacer juicios adecuados y justos basados en toda la evidencia. Si alguien tiene sobrepeso y no conocemos toda la historia, se recomienda encarecidamente que nuestras opiniones se queden con nosotros mismos, y busquemos otras cosas de las que preocuparnos.
Nota final: En casos en que el sobrepeso u obesidad se deban a negligencia con el cuidado de la alimentación, aún cuando los profetas no hayan enfatizado tanto este punto, se recomienda que se tomen medidas para mejorar la salud, después de todo, ese es el propósito de la Palabra de Sabiduría. Sin embargo, la calificación de si alguien cumple o no con este mandamiento en este tipo de condiciones, no le debe importar a un tercero y como se comentó más arriba es un tema principios para gobernarse a sí mismos, no a los demás.
Fuente: artículo de opinión de C Gorton
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