A la mayoría de nosotros nos sorprendió ver a dos adolescentes hablar en la conferencia general. Habían pasado décadas desde que un hombre joven o una mujer joven había tomado el púlpito, entonces, ¿qué hace una niña de 18 años para prepararse para una conferencia? ¿Estaba nerviosa por el púlpito cuando se levantó para hablar?
Laudy Kaouk habló con la Hermana Bonnie H. Cordon, Presidenta General de Mujeres Jóvenes, sobre cómo se preparó para un discurso que sabía que millones de personas verían en todo el mundo.
Primero pensó en cómo el sacerdocio ha bendecido su vida y fue al templo a menudo a reflexionar. Ella escribió preguntas en su espejo y dos meses después descubrió que podía responder las preguntas. Ella usó en su mensaje las respuestas que sintió que había recibido.
La hermana Cordon dijo que la experiencia de Kaouk es un microcosmos de lo que muchos de nosotros experimentamos en el transcurso de nuestras vidas mientras buscamos recibir revelación personal: "Puedes escribir esa pregunta en tu espejo y, a veces, en dos semanas o dos meses o dos décadas tienes la respuesta", le dijo a Kaouk.
Aunque estaba nerviosa en los días y semanas previos a su discurso, Kaouk dijo que la Hermana Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, le dijo que una vez que se parara en el púlpito sentiría que había entrado en una burbuja y Kaouk encontró que así feu. La hermana Cordon estuvo de acuerdo con base en su experiencia. "Te das cuenta del Señor, es Su mensaje. Tú sólo tienes la oportunidad de entregarlo”, dijo la hermana Cordon.
A continuación puedes ver la entrevista en inglés:
Fuente: ldsliving
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