Según informó la Sala de Prensa de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Bolivia, la comunidad de Tarquiamaya situada a 210 kilómetros de la ciudad de La Paz en el municipio de Calacoto, es el segundo salar potencial de sal yodada para el consumo nacional, por las características geográficas es difícil la producción ganadera o agrícola.
El año pasado el Volcan Ubinas liberó cenizas que llegaron hasta este salar, penetrando hasta el subsuelo y las precipitaciones pluviales que afectaron a este sector.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en coordinación con Carolina Ribera Áñez, representante en la Unidad de Apoyo de Gestión Social de la Presidencia, realizaron la entrega de alimentos y herramientas que ayudarán a esta comunidad.
El representante de la comunidad, concluyo señalando “para nosotros es una alegría recibir alguna donación”. La donación dada fue en beneficio de una población de más de 2000 personas.
Esta es una de las maneras de seguir las enseñanzas de Jesucristo cuando enseñó que mientras estamos al servicio de nuestros semejantes, sólo estamos al servicio de nuestro Dios.
Fuente: Sala de Prensa Bolivia
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