¿Todos los que Mueren, lo hacen en el 'Tiempo del Señor'? Una Respuesta según las Escrituras.

Por C. Gorton

A menudo, cuando alguien muere, se siente como "el tiempo del Señor". He oído decir en clases de la Iglesia, en el pasado, que no todas las muertes son "el tiempo del Señor". Por supuesto, el asesinato no lo es. Pero, ¿qué pasa con un error médico, accidentes, el juicio erróneo de un cuidador, negligencia, error humano, conductores ebrios, etc. No todas las muertes parecieran ser "el momento del Señor", no es así?

Para aquellos que han hecho y guardado sus convenios con Dios, no hay un momento incorrecto para morir. Cuando "pertenecemos" a Dios, en efecto, todo lo que experimentamos ha sido encaminado por Dios. Él conoce todas nuestras pruebas y ha hecho un pacto con nosotros para convertirlas en nuestro propio bien. 

Como Lehi le dijo a su hijo Jacob, "[Dios] consagrará tus aflicciones para tu provecho". Eso incluye la muerte. Entonces, en ese sentido, creemos que es correcto decir que cuando un hombre o una mujer justos mueren por cualquier causa, siempre es "el tiempo del Señor".

Los que no están bajo el convenio parecen estar en una categoría diferente. Cuando se enfrentó al viejo rey (el padre de Lamoni), Ammón dijo: "mas si tú, en este momento cayeses en tu ira, tu alma no podría ser salva". 

La salvación requiere seguir a Dios y participar de la expiación de Cristo, son cosas ajenas para aquellos que no conocen a Dios y quienes son consumidos por la ira u otras lujurias. En el caso del viejo rey, el Señor hizo un camino para que él no muriera en ese momento y en su lugar se le diera la oportunidad de venir a él. En ese caso, las cosas salieron bien. 

Pero ese mismo drama tiene lugar a nuestro alrededor en el mundo todos los días, entre todos los pueblos, y muchos no son tan sabios como el viejo rey en las elecciones que hacen. Para aquellos que no aprovechan esta vida como el momento de prepararse para encontrarse con Dios, la muerte se convierte en algo que temer. A diferencia de los fieles, para quienes la muerte es un respiro del dolor y un reencuentro con la familia, los amigos y el mismo Dios, los malvados y no arrepentidos encontrarán la muerte muy amarga.

En tales casos, no se puede decir que sus muertes son "el momento del Señor". Ni siquiera estoy seguro de qué significaría la frase en ese caso. El Señor busca salvar a sus hijos, no condenarlos, y para los no arrepentidos, la muerte es una especie de condena. Por otro lado, el Señor permite que todos disfruten la cosecha de las acciones y decisiones que han sembrado, hasta, e incluyendo, la muerte física y espiritual. 

Y ciertamente, el Señor ha condenado en el pasado a personas malvadas y ciudades enteras e incluso a naciones enteras a la muerte y destrucción, lo que difícilmente puede interpretarse como que hayan muerto en el "tiempo del Señor". Entonces, ¿es la muerte de un hombre o una mujer malvada "el tiempo del Señor"? Supongo que la respuesta a eso depende de cómo veamos la situación.

Mi consejo para todos es estar entre los justos, y así nunca tener que preocuparnos por la muerte. Para ellos (y esperemos que nosotros estemos incluidos), todo será siempre "el tiempo del Señor".

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Fuente: Reflexión del Presidente C. Clay Gorton