Mencioné en la conferencia general que, como capitán de una aerolínea, a menudo entrenaba pilotos utilizando un simulador de vuelo, una máquina sofisticada que reproduce la experiencia de vuelo. El simulador no solo ayuda a los pilotos a aprender los fundamentos del vuelo; También les permite experimentar y reaccionar ante eventos inesperados que puedan encontrar cuando toman el mando del avión real.
Los mismos principios se aplican a los discípulos de Jesucristo.
Participar activamente en la Iglesia de Jesucristo, incluso durante este momento único en el que no podemos asistir físicamente a la iglesia juntos, nos ayudará a estar mejor preparados para las circunstancias cambiantes de la vida, sean cuales sean y por graves que sean.
Como miembros de la Iglesia, nos alienta a sumergirnos en las palabras de Dios a través de Sus profetas, antiguos y modernos. A través de la oración sincera y humilde a nuestro Padre Celestial, aprendemos a reconocer la voz del Espíritu Santo.
Aceptamos llamados a servir, enseñar, planificar, ministrar y administrar. Estas oportunidades nos permiten crecer en espíritu, mente y carácter. Nos ayudarán a prepararnos para hacer y guardar convenios sagrados que nos bendecirán en esta vida y en la venidera.
Fuente: Páginaa RRSS del Élder Dieter F. Uchtdorf
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