Luego de varios días de haber sido dado de alta, el élder Holland entregó un poderoso mensaje de esperanza:
Cada uno de nosotros tiene momentos en los que necesitamos saber que las cosas mejorarán. Para la salud emocional y la resistencia espiritual, todos deben poder ansiar algún respiro, algo placentero, renovador y esperanzador, ya sea que esa bendición esté a la mano o aún a cierta distancia.Mi declaración es que esto es precisamente lo que nos ofrece el evangelio de Jesucristo, especialmente en tiempos de necesidad. Hay ayuda. Hay felicidad. Realmente hay luz al final del túnel. Es la Luz del Mundo, la Estrella Brillante y Matutina, la "luz que es infinita, que nunca se puede extinguir" (Mosíah 16:9). Es el mismo Hijo de Dios.A cualquiera que pueda estar luchando por ver esa luz y encontrar esa esperanza, le digo, espera. Sigue intentándolo Dios le ama. Las cosas mejorarán. Incluso si no siempre puedes ver ese lado positivo en tus nubes, Dios sí, porque Él es la fuente de la luz que buscas. Él te ama y conoce tus miedos. Él escucha tus oraciones.Algunas bendiciones llegan pronto, algunas llegan tarde y otras no llegan hasta el cielo, pero para aquellos que abrazan el evangelio de Jesucristo, llegan. De eso atestiguo personalmente.
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