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Referencias Usadas Clase Ven, Sígueme Online Enlace De Fe 2 de Agosto
Regreso espiritual
El presidente George Q. Cannon, de la Primera Presidencia, explicó que Alma “no tiene la intención de comunicar la idea de que son llevados de inmediato a la presencia de Dios. Él, evidentemente, emplea esa expresión en sentido restringido” (Gospel Truth: Discourses and Writings of President George Q. Cannon, selecciones de Jerreld L. Newquist, dos tomos, 1957–1974, tomo I, pág. 73).
¿Dónde está el mundo de los espíritus?
El presidente Brigham Young (1801–1877) enseñó que los espíritus de las personas que una vez vivieron en la tierra permanecen a nuestro alrededor en este mundo, aunque no podamos verlos. (Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young, 1997, pág. 293.)
¿Cómo es el mundo de los espíritus?
Depende. Los justos experimentarán el paraíso, o sea: felicidad, descanso y paz, sin aflicciones, cuidados ni penas (véase Alma 40:12). Los malvados experimentarán el infierno (véase Alma 40:13–14). El infierno podría definirse como “el tormento de la mente decepcionada”. (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 236.)
¿Cómo son los espíritus?
Los espíritus de las personas tenían forma de adulto en la vida premortal y tendrán esa misma forma en el mundo de los espíritus, aun cuando mueran como bebés o niños. (Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, págs. 140–141.)
¿Pueden vernos los espíritus que se encuentran en el mundo de los espíritus?
Sí, cuando es necesario. El presidente Joseph F. Smith (1838–1918) dijo que quienes se encuentran en el mundo de los espíritus pueden vernos con más claridad que nosotros a ellos, y que “su solicitud por nosotros y su amor por nosotros y su afán por nuestro bienestar debe ser mayor que los que sentimos por nosotros mismos”. (Joseph F. Smith, Doctrina del Evangelio, pág. 425.)
¿Pueden ser tentados todavía los espíritus que se encuentran en el mundo de los espíritus?
Si ustedes son fieles en esta vida, Satanás no tendrá poder sobre ustedes en el mundo de los espíritus. Los malvados estarán sujetos a Satanás, del mismo modo que lo estaban en la tierra. Como explicó el élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, el momento para arrepentirse es esta vida, ya que “es aquí, en la vida mortal, que el cuerpo y el espíritu pueden aprender juntos”. (Véase Enseñanzas: Brigham Young, pág. 296; Alma 34:34–35; Alma 34:34-35; M. Russell Ballard, “Is It Worth It?”, New Era, junio de 1984, pág. 42.)
¿Qué están haciendo los espíritus que se encuentran en el mundo de los espíritus?
En primer lugar, sabemos que los espíritus de los fieles que aún no han resucitado están haciendo la obra misional entre los espíritus que se encuentran en prisión. Además sabemos que, entre aquéllos que fueron fieles, existe una estructura familiar y una organización de la Iglesia. (Véase D. y C. 138:30; véase también Enseñanzas: José Smith, pág. 506; Véase Principios del Evangelio, 2009, págs. 269–270; si desea leer más acerca del mundo de los espíritus, vea Dale C. Mouritsen, “The Spirit World, Our Next Home”, Ensign, enero de 1977, págs. 46–51.)
Referencias a la muerte que se habla al final de Alma 40, como segunda muerte, después del juicio: Alma 12:16; DyC 64:7; 76:31-37
¿Quién resucitará y cuándo?
La primera resurrección, o “la resurrección de los justos” (D. y C. 76:17)
Plena Conciencia
El élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles, describió parte de lo que experimentaremos después de resucitar:
“El día del Juicio… contaremos con una objetividad inclusiva. No sólo tendremos lo que el Libro de Mormón denomina ‘un vivo recuerdo’ y ‘un recuerdo perfecto’ de nuestras fechorías, sino que todo lo dichoso será manifestado y restaurado también: conoceremos ‘tal como ahora conocemos’. (Alma 5:18; 11:43; véase también D. y C. 93:33.) Veremos ‘ojo a ojo’ (Mosíah 12:22; 15:29) gracias a una base de datos compartida.
“Entre ‘todo [lo que] será restablecido’ (Alma 40:23) estará la memoria, que, en algún momento, también incluirá los recuerdos de la vida premortal. Consideren el gozo de que la mente y el corazón estén unidos por los recuerdos relevantes de ambos estados: el primero y el segundo.
“¡Qué grandioso el torrente de sentimientos que experimentaremos cuando el amoroso Dios estime sabio que los recuerdos nos sean restaurados en su plenitud! Este refrescante torrente de hechos aumentará aún más nuestra gratitud por saber de cuánto tiempo atrás data la longanimidad de Dios y por la amorosa bondad de la expiación voluntaria de Jesús!” (Lord Increase Our Faith, 1994, pág. 103).
Durante la resurrección de Cristo
Los profetas y algunas otras personas justas que recibirán la gloria celestial (véase Mosíah 15:21–25).
Durante la segunda venida de Cristo
Los que recibirán una gloria celestial (véase D. y C. 76:50–70; 88:96–98).
Al comienzo del Milenio
Los que recibirán una gloria terrestre (véase D. y C. 88:99).
La segunda resurrección, o “la resurrección de los injustos” (D. y C. 76:17)
Al final del Milenio
Los que recibirán una gloria telestial (véase D. y C. 76:85; 88:100–101).
Los hijos de perdición (véase D. y C. 76:43–48; 88:102).
¿Cómo será el cuerpo resucitado?
El cuerpo resucitado será:
Inmortal. “Este cuerpo terrenal se levanta como cuerpo inmortal,… que no [puede] morir ya más” (Alma 11:45).
Perfecto. “El espíritu y el cuerpo serán reunidos otra vez en su perfecta forma” (Alma 11:43). El presidente Joseph F. Smith explicó: “Se quitarán las deformidades, se eliminarán los defectos, y los hombres y las mujeres lograrán la perfección de su espíritu, la perfección que Dios dispuso en el principio”. (Véase Joseph F. Smith, Doctrina del Evangelio, pág. 23.)
Hermoso. El presidente Lorenzo Snow (1814–1901) dijo: “No hay nada más hermoso para admirar que un hombre o una mujer resucitados”. (Lorenzo Snow, The Teachings of Lorenzo Snow, ed. Clyde J. Williams, 1996, pág. 99.)
Glorioso. El presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, ha dicho: “Su espíritu es joven, vibrante y hermoso. Aunque su cuerpo sea viejo, esté enfermo, lisiado o discapacitado de cualquier modo, cuando se junte con el espíritu en la Resurrección, tendrá un aspecto glorioso, y de ese modo serán glorificados”. (Boyd K. Packer, “El billete de veinte marcos”, Liahona, junio de 2009, pág. 23.)
Sin llanto ni dolor. “Ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor” (Apocalipsis 21:4).
Joseph F. Smith
Qué pensamiento tan glorioso... que aquellos de quienes nos alejamos aquí, los volveremos a encontrar y ver como son. Conoceremos al mismo ser idéntico con quien nos asociamos aquí en la carne —no otra alma, no algún otro ser o el mismo ser en alguna otra forma, sino la misma identidad y la misma forma y semejanza, la misma persona que conocimos y con quien nos asociamos en nuestra existencia terrenal, incluso hasta las heridas en la carne. No que la persona siempre vaya a ser afeada por cicatrices, heridas, deformidades, defectos o incapacidades, porque de acuerdo con la misericordiosa providencia de Dios, éstas desaparecerán en su curso, en su debido tiempo. Se quitarán las deformidades, se eliminarán los defectos, y los hombres y mujeres lograrán la perfección de su espíritu, la perfección que Dios dispuso en el principio. Él tiene por objeto que los hombres y mujeres, sus hijos, que nacen para llegar a ser herederos de Dios y coherederos con Jesucristo, sean hechos perfectos, física así como espiritualmente, obedeciendo la ley por medio de la cual Él ha dispuesto los medios para que llegue esa perfección a todos sus hijos... todo miembro, toda coyuntura, toda parte [del] ser físico será restaurado a su forma perfecta. Esta es la ley y la palabra de Dios a nosotros, cual se halla en las revelaciones que nos han llegado por intermedio del profeta José Smith...
¿Qué otra cosa pudiera satisfacernos? ¿Qué otra cosa satisfaría el deseo del alma inmortal? ¿Estaríamos satisfechos con ser imperfectos? ¿con estar decrépitos? ¿Nos conformaríamos con permanecer para siempre como niños por las incontables edades de la eternidad? ¡No! Ni tampoco quedarían satisfechos con permanecer en tal condición los espíritus que poseyeron los cuerpos de nuestros niños. Pero sabemos que nuestros hijos no se verán obligados a permanecer siempre como niños en cuanto a estatura, porque en esta dispensación se reveló de Dios, la fuente de verdad, por conducto de José Smith el profeta, que en la resurrección de los muertos el niño que fue sepultado en su infancia resucitará en la forma del niño que era cuando fue sepultado pero entonces empezará a desarrollarse. Desde el día de la resurrección el cuerpo se desarrollará hasta que llegue a la medida completa de la estatura de su espíritu, bien sea varón o hembra. (Discurso "Nuestra Indestructible Identidad Inmortal")
¿Qué les sucederá a las personas que murieron de niños?
De acuerdo con el profeta José Smith, los padres de un niño que ha muerto durante la niñez “[tendrán] la alegría, el placer y la satisfacción de criar a [ese hijo], después que haya resucitado, hasta que alcance la estatura completa de su espíritu”. (Enseñanzas: José Smith, pág. 187.)
¿Qué les sucederá a las personas que fueron cremadas o que no fueron enterradas?
Si bien la Iglesia no promueve la cremación, creemos que, independientemente de lo que suceda, todas las personas resucitarán con un cuerpo perfecto. El presidente Brigham Young enseñó que, en la resurrección, “las propias partículas fundamentales que formaron nuestro cuerpo aquí, si las respetamos, aunque estén depositadas en las profundidades del mar, y una partícula se encuentre en el norte, otra en el sur, otra en el este y otra en el oeste, serán reunidas otra vez en un abrir y cerrar de ojos y nuestro espíritu habrá de poseerlas”. (Véase Enseñanzas: Brigham Young, pág. 290.; Manual General)
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