Durante nuestros veranos en Utah, Harriet y yo siempre disfrutamos celebrando el Día de los Pioneros y el legado de los primeros santos. Este año no hubo desfiles, ni rodeos, ni conciertos. Nos encontramos en Skull Valley, Utah, en un pueblo fantasma llamado Iosepa. Nos gusta explorar lugares históricos relacionados con los primeros pioneros. Después de leer de nuevo el primer y segundo volumen de “Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días”, nos fascinó la historia de un grupo especial que se estableció en la ciudad de Iosepa.
Fue alrededor de 1885 cuando un grupo de fieles Santos de los Últimos Días de Hawai se reunió en Utah para poder recibir las bendiciones y ordenanzas del templo de Dios. Llegaron a Skull Valley y construyeron un hermoso oasis en el desierto: Iosepa.
Solo que, en 1915, cuando se anunció el Templo de Laie Hawaii, muchas de las mismas personas regresaron a Hawaii para disfrutar de las bendiciones del templo en su país de origen.
Fue así como Iosepa se convirtió en un pueblo fantasma con solo el cementerio, que puedes ver en estas fotos, y muchos recuerdos maravillosos que allí se reflejan. Podíamos sentir el maravilloso espíritu de estos dedicados pioneros mientras deambulamos entre las tumbas de los pocos que fueron enterrados allí.
Iosepa y su gente representan el mismo legado pionero construido hoy por tantos miembros de la Iglesia en todo el mundo. Los hijos de Dios escuchan sobre el Evangelio y la Iglesia de los misioneros o miembros, y el Espíritu los guía a seguir al Salvador.
Ahora, en 2020, todos somos pioneros de una forma u otra. Nos estamos adaptando a nuevas circunstancias en tiempos inciertos. Es posible que no podamos asistir a la iglesia o al templo como solíamos hacerlo, pero podemos reclamar las bendiciones del Evangelio y del templo si vivimos fielmente nuestros convenios. Vivir el evangelio de Jesucristo en tiempos de incertidumbre trae esperanza, paz y confianza en nuestra vida diaria. Podemos confiar en el plan de Dios para nosotros y saber que tenemos un futuro glorioso por delante.
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