Muchos medios, incluido el Washington Post, han publicado desde ayer, 22 de abril, sobre el caso de Natasha Helfer, una terapeuta que desafió públicamente las políticas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la sexualidad.
Después de un consejo de membresía, la decisión fue retirarle su calidad de miembro, lo que antes se llamaba excomunión.
La carta que recibió Natasha Helfer el miércoles de parte de un líder local de La Iglesia explica las razones de la decisión, informó el medio The Salt Lake Tribune. Natasha fue disciplinada por líderes de La Iglesia en Kansas, donde vivía antes de mudarse a Utah en 2019.
“Después de considerar este asunto con detenimiento y oración”, dice la carta, “fue decisión del consejo retirar la membresía en respuesta a una conducta contraria a la ley y el orden de La Iglesia”.
Natasha, de 49 años, compartió la carta en Facebook. El portavoz de La Iglesia, Eric Hawkins, dijo que, según la carta, la decisión de los líderes regionales no estaba relacionada con su práctica privada como terapeuta. En concreto dice:
“Como indica la carta compartida por la Sra. Helfer, la decisión de los líderes locales se basó en su pública y reiterada oposición a los líderes de La Iglesia y la doctrina, incluida nuestra doctrina sobre la naturaleza de la familia y los problemas morales”.
Stephen Daley, presidente de estaca en Derby, escribió en una carta el miércoles que si bien los miembros pueden tener opiniones diversas sobre varios temas, Natasha “no puede ser una miembro de buena reputación si ha demostrado un patrón de clara y deliberada oposición a la Iglesia, su doctrina, sus políticas y sus líderes".
“Sus actividades profesionales no jugaron ningún papel en la decisión del consejo”, escribió. "Más bien, como dije en mi carta anterior, el único propósito de este consejo era considerar su oposición y repetida, clara y pública condena a la iglesia, sus doctrinas, sus políticas y sus líderes".
Natasha comenzó a discrepar en la doctrina sobre la ley de castidad. Ha sido franca sobre cuestiones sexuales y apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, y normaliza ciertos comportamientos sexuales incluso la pornografía, considerándola algo sobre lo cual no existe adicción. Su esperanza era continuar en la Iglesia de todas formas.
La historia fue reportada originalmente por The Washington Post.
En los últimos meses ella ha sido gran tendencia entre ex-miembros de la Iglesia o miembros más progresistas en su pensar.
No se le permitió entrar al consejo de membresía con su teléfono.
“Es común que se les pida a los participantes que apaguen la tecnología (incluidos los teléfonos celulares) o la dejen fuera de la sala, como fue el caso de este consejo”, dijo Hawkins.
A los miembros de La Iglesia se les enseña a no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, participar en besos apasionados, tocar las partes privadas de otra persona o despertar "emociones en su propio cuerpo" que se supone que están reservadas para el matrimonio. Las relaciones homosexuales también están prohibidas incluso si una persona está casada o en una relación.
El resultado del consejo para Natasha significa que dejará la Iglesia, aunque no como decisión de por vida, ya que se puede reintegrar en un futuro de acuerdo a las condiciones que siempre se exponen en tales reuniones.
Este caso se relaciona con Sam Young, hombre que dirigió una campaña en la que criticaba la práctica de La Iglesia de permitir entrevistas personales a jóvenes por parte de líderes laicos que a veces incluían preguntas sexuales, quien fue excomulgado de la iglesia en 2018. Kate Kelly, fundadora de un grupo que impulsaba mujeres en el clero laico de la religión, fue también excomulgada en 2014. Ninguno de estos ha decidido acercarse a restituir su condición de miembro.
Ver también: "Poderoso y Poco Conocido Testimonio de Oliver Cowdery cuando ya se había apartado de la Iglesia"
Fuente: Washington Post, Salt Lake Tribune, Telemundo
Comenta con Facebook