Misionero despierta con su compañero inconsciente. Fallece en el hospital, más tarde. Se desconoce la causa.

Un misionero de tiempo completo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de la República Democrática del Congo, que sirve en la Misión Costa de Marfil Abidjan Este, falleció.

El élder Tshiama Anaclet Tshiama, de 24 años, de Luputa, República Democrática del Congo, falleció inesperadamente el domingo 19 de diciembre, dijo el portavoz de la Iglesia Sam Penrod en un comunicado emitido el jueves 23 de diciembre.

“Poco después de despertarse por la mañana, su compañero lo encontró inconsciente”, dijo Penrod. “Lo llevaron a un hospital, donde falleció.

"Su causa de muerte sigue siendo desconocida en este momento, pero los informes preliminares sugieren que es el resultado de una condición médica no diagnosticada".

Los planes funerarios aún se están ultimando.

"Enviamos nuestro amor a la familia del élder Tshiama y a todos aquellos que sirvieron junto a él durante su servicio misional y oramos para que sientan la paz del Salvador durante este momento difícil", dijo Penrod.

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Fuente: TheChurchNews


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Hernán Felipe Toledo

Ingeniero, viajero, creador de comunidades y amante de difundir inspiración. Actualmente sirve en una Presidencia de Estaca.

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  1. Irresponsabilidad de la misión a nivel mundial, ya es el segundo elder que muere así, Dios saca lo positivo de lo negativo pero es obligación de la misión devolver al hijo vivo, hacer exámenes de cardio y no solo de una simple anemia y calzas de dientes.

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    1. Imposible que una misión o lo que sea, se comprometa a devolver a alguien vivo. Sería como pedir que la Universidad está obligada a devolverme a mi hijo vivo, o que si mi hijo viaja, la aerolínea está obligada a devolverme a mi hijo vivo, etc. Accidentes siempre pueden pasar, nadie está exento de la vida terrenal y su infinidad de condiciones.

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  2. El único que tiene el control de nuestra vida es Dios, nadie más. Y quién coce este plan; sabe que este misionero solo fue cambiado de Área para seguir trabajando en la obra misional. Y debemos de agradecer por este privilegio. Les mando un abrazo fraterno

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